Cuatro MosqueterosOkay, este es mi momento. Vamos Melody, tienes que hablar con tu mamá y utilizar muy bien el arte del convencimiento, es ahora o nunca. Volteo hacia el reloj y ya son las siete y media de la noche, ella está haciendo la cena y por ende tengo que ser sigilosa con lo que diré, ser directa, pero con tacto.
—Melody, ¿ya colocaste los platos en la mesa?—me sobresalto un poco que casi dejo caer la silla que tengo agarrada de un lado. Estoy con los nervios de punta.
—¡Eh, sí!, ya está lista desde hace ratos, mamá.
—Ya llevo la comida, solo dame unos minutos.
—Sí, tomate los minutos que quieras—murmuro, bueno no tantos porque a las diez tengo que dar mi respuesta absoluta.
—No, tranquila, ya estoy aquí—se acerca, coloca los platos y la jarra de jugo natural en la mesa para sentarse enfrente de mi mientras yo ayudo a repartir el jugo—. Te noto nerviosa—escudriña mi rostro y el movimiento de mis manos al golpetear los dedos en la mesa, así que detengo esa acción— ¿Acaso me quieres decir algo? Si es así, adelante—me da una sonrisa alentadora.
Intento tranquilizarme, pero de nuevo no sé cómo decirlo. Me remuevo incómoda en la silla pensando en las dos opciones que tengo y que no son tan buenas que digamos: Le digo y me grita diciéndome que no estoy lista para salir a un país que no conozco. O, le digo y no me grita, pero tampoco me deja ir y luego con demasiada calma sube a su habitación para dormir. Rayos, estos momentos son difíciles. Ya me la imagino como en ese meme de Bugs bunny diciendo «no».
—Sí, hay algo que quiero decirte y espero que digas que sí—sonrío nerviosamente. Siento mis manos algo sudadas, tomo aire y lo expulso—. Como sabes, se acerca la semana del estudiante y mis amigos idearon una salida maravillosa. ¿Te acuerdas de Jhy?—ella asiente, una vez Jhy y las chicas se reunieron conmigo aquí en casa para hacer un trabajo grupal y armar unas maquetas, estuvieron viniendo varios días, y fue cuando mamá lo conoció, de hecho le cayó bien—. Pues él nos ha invitado a las tres a un viaje fuera del país. Él no lo sabía y cuando acordó fue sorprendido por sus padres con eso de los boletos para que no fuesen desperdicidos. Nos los obsequió—me como otro bocado de comida mientras debajo de la mesa retuerzo mis dedos con nerviosismo. Su tostro no me revela nada, está inescrutable.
Espero respuesta de su parte, pero lo único que obtengo es un silencio totalmente lleno de incertidumbre. Sigo comiendo por mientras ella sopesa mis palabras. Al terminar hago a un lado el plato y me tomo el jugo y levanto la mirada al escuchar un carraspeo de parte de mi madre.
—Melody Elaine, solo tienes 19 años, nunca has salido del país. Podría ser peligroso y más sin tener a un guía, y no sé, tendría que ir contigo a ese mentado viaje. No me agrada para nada la idea de que solo vayan ustedes de jóvenes. De paso me gustaría conocer a los padres de Jhy, me habló de ellos y de lo que trabajan, la verdad él me cae bien. Me encantaría poder conocer a sus padres. ¿Dónde será el viaje?
Bien, al menos no me ha gritado como lo había imaginado y eso es un buen paso, creo que me dirá que sí, lo presiento. Ahora me voy a dejar fluir. Sin miedo al éxito.
—Si los quieres conocer está bien, mañana sería si tú lo deseas. Además no iremos solos, sus padres irán con nosotros. Jhy conoce la ciudad a la que iremos, dijo que en vacaciones siempre va para pasarla con su familia. Sobre el viaje, será en España, y bueno, mi hermano está por allá también, él podría cuidar de todas, ya está mayorcito, él te mantendra informada de lo que hagamos... —le aclaro lo de Sam para que no lo piense mucho—¿Qué piensas de lo que te he dicho?
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Dederick ©
Teen FictionMelody tiene una vida monótona, de la casa al instituto y viceversa. Pero... ¿Qué pasaría si en busca de algún chisme en YouTube se topa con un trío de influencers, y uno en particular le parece carismático y atractivo? ¿Y si se lo muestra a sus ami...