Melody tiene una vida monótona, de la casa al instituto y viceversa. Pero... ¿Qué pasaría si en busca de algún chisme en YouTube se topa con un trío de influencers, y uno en particular le parece carismático y atractivo? ¿Y si se lo muestra a sus ami...
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Nota: Este no es un capítulo, sólo son unos pensamientos de los amigos de Melody y Dederick. Los dejo sin más, con la lectura: 🤗🤭
★★★
ALLY
Qué jodido día. Raúl me había llevado a su casa, en donde estaba Erick, y fue cuando pasó lo del video, salió en farándula de famosos, dejándome indignada, hay noticias más importantes en juego que quizá metichar la vida ajena. Erick no dejaba de ver la pantalla petrificado mientras oscilaba su mano para que llegáramos a él. Cuando terminó todos nos pusimos alarmados y decidieron llamar a Jhy. Por suerte no sabía nada aún, nos dijo que él y las chicas iban de camino a casa de Mel, así que pasamos por ellos y con el mayor tacto posible le contamos a Jhy lo que estaba pasando. Por todo el camino fue en silencio, perdido en sus pensamientos. Los chicos recorrieron las calles a gran velocidad para contarle a Dederick.
Todavía no puedo creer que hayan inventado tantas cosas sin sentido, será que yo lo veo así porque sé toda la verdad de los hechos, que miro absurdo y patético lo que esa página hace para llamar la atención. Estoy segura de que cuando se sepa quienes son esas personas, se irán directo a la cárcel por difamación.
Estoy preocupada por la reacción que tomarán. Melody siempre ha estado para mí en todo momento, y no planeo dejarla sola en esto, ni a ella ni a mi loco cuñado con este problema. Somos una familia. Suspiro viendo mi entorno para enfocarme en un Raúl pensativo.
Con respecto a mi vida..., nada mejoró con mi padre, todo está de mal en peor. Nos hace a un lado y, ¿todo para qué? Cuando esté totalmente solo sin nadie a su alrededor y sin su preciada “mujer” se va a dar cuenta de lo equivocado que ha estado al destruir su vínculo con su sangre, porque aunque cueste creerlo, aún lo queremos. No me fui de casa por rebeldía, él y esa señora lo decidieron, ella me abofeteó ¿con qué derecho se atrevió? Así que le dejé un rasguño en la mejilla. Yo no pensaba dejar que esa bruja hablara mal de mis primos y de mi tía. Son mi familia. Aún recuerdo las palabras de mi padre:
“Te vas de mi casa estúpida traidora, ¿qué te cuesta tratar bien a Dirian?... Ni respondas. A ver si donde tu tía sin futuro te van a dar todo lo que has tenido aquí, malagradecida. Y no te doy una buena tunda o te arrodillo para echarte agua fría porque ya estás grandecita, lo mejor es que te largues de una buena vez, nos harías un gran favor a todos aquí”.
Y esa víbora sinvergüenza, cizañosa, lo unico que hizo fue sonreír y darle la razón a mi papá. Claro, la ambición ciega a muchos. El problema fue que desde que tengo memoria, mi padre siempre quiso ser dueño de la gran casa en la que está ahora, y con esa mujer de por medio impulsándolo a hacer lo más bajo—alejar a su familia de sangre—, hasta que lo logró. En fin, eso que es agua pasada.
