Prólogo

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Hoy sentí como que era domingo siendo que es viernes, a pesar de que con las chicas pasamos un buen rato en el receso y a la salida del colegio conversando acerca de lo nuevo que hay en las redes sociales. En realidad a mi nunca me pasa algo interesante para lo que se pueda decir «guau» o «no te creo». Simplemente es... monótona.

Lo único que puedo rescatar del día de hoy es que es viernes y que antes de continuar con las tareas que dejé inconclusas de la tarde, me vi un buen maratón de películas de terror, siempre son los viernes para ese canal, antes los veía con mi hermano, y ahora me toca sola porque a mi madre les da pavor, ni idea de por qué ya que ni ella misma lo sabe. En verdad amo ese género, aunque también le voy al romance y otros géneros, pero si me ponen a escoger claramente me voy por el terror. 

Respecto a mi vida personal, no tengo siquiera un novio, ¿pueden creerlo? ¿O será que yo misma no me permito conocer a alguien? Y no es que me quejo, en lo absoluto. Creo que todo llega a su debido tiempo. Sí he tenido algunos pretendientes con los cuales había coqueteado un poco, pero hasta ahí porque pensaba que no iba en serio, ellos eran unos bromistas. 

Luego me di cuenta de que no era broma, y que las situaciones eran poco sanas, uno lo era más que el otro, como que me seguían a todos lados para que les diera una oportunidad que ni siquiera se ganaban con algo de esfuerzo, porque el que me siguieran y me dijeran cosas bonitas que quizá quería escuchar no significaba que ellos me habían ganado. Más bien me hacían sentir sofocada y abrumada. 

Nunca sentí ese algo que se debe sentir con esa persona, las dichosas mariposas en el estómago o que yo misma dijera: «Él es el indicado», y si lo vemos desde otra perspectiva, en realidad creo que eso puede ser complejo, nunca sabemos cuál persona nos conviene más en el ámbito del amor. Todos pueden prometer y pintar las cosas bonitas, pero no hay acciones reflejándose, solo las dejan en la nada y puras falacias. 

Una repentina llamada me hace salir de mi estado reflexivo. Son mis amigas haciendo una videollamada a las... 10:20 pm. Definitivamente para nosotras la hora nunca importa cuando queremos hablar de algo. 

—¡Hola, hola! ¡Hay un buen chismecito!—exclama Itala con euforia sobre el micrófono de sus audífonos. 

—Esto está interesante, quiero saber más—asiento para que me cuenten enseguida.

Y casi me atraganto con mi propia saliva cuando veo que juliana me muestra su ordenador en donde yace en la pantalla una noticia sobre de la desunión de una banda maravillosa de pop, claramente cuando solemos reunirnos ponemos música, la vida sin música sería tan vacía que ni siquiera lo quiero imaginar. Y esa banda nos gustaba bastante, y ver a los integrantes ni se diga.

—¡No…! —dejo mi boca en forma de o, sorprendida—¿Ya está bien confirmado? 

—Parece que sí. Hubo una tiradera entre ellos mismos sacándose los trapos al sol, ya que cada uno quiere rehacer su carrera musical por separado y pues, es triste que sea de esta manera. También parece ser que ellos han sido sustituidos del puesto 1 en el trending de chismes y dejados a un lado también en ser los más guapos según la farándula de famosos. Parece ser que hay un trío que los ha derrumbado de ambos puestos. No sé quienes los han removido, pero vaya, no puedo creer que de tantos años juntos lleguen a eso. 

—Así es la vida. Todo cambia y las personas también, dependiendo de quienes influyan en sus vidas y decisiones. Pero es en serio, ¿quiénes serán los que ahora están en tanto chisme? Porque para removerlos de esos puestos es porque, bueno, creo que será mejor comprobarlo uno mismo—sentencia Juliana. Justo detrás suyo hay unos cuantos posters de su otra banda favorita, BTS. En realidad son los primeros y the wanted era la que le seguía después.

Dederick © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora