Diecinueve

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Cita


DEDERICK

Ayer me encontraba nervioso, pensé que me iba a sentir como un verdadero extraño en una casa particular, a la que nunca había asisitido; pero para mi sorpresa, mi casi suegra es un amor y me trató muy bien, estuvimos hablando y todo fluyó natural, como si fuera de su propia familia. Incluso incluyó a mis amigos, estaba feliz de conocer a los amigos de Sam.

Eso sí, que de vez en cuando nos echaba miraditas furtivas a Melody y a mí de una forma extraña y curiosa, como vigilando nuestras acciones, nuestros gestos. Sonreía cada vez que nos atrapaba a los dos interactuando con nuestras sonrisas bobas o tomando nuestras manos dizque en «broma», pero claro que no lo era.

No me sentía tan bien en un hogar desde hace mucho tiempo, mi mamá y Min Ho viajan a menudo por sus trabajos o para hacer cosas de parejas, a mi me parece genial, que salgan no significa que se preocupen menos por su hijo joven adulto. Siempre son cariñosos conmigo y me dan lo que necesito, en eso no me quejo; pero es rara la vez que se sientan a cenar conmigo cuando voy de visita y tampoco lo reprocho, los entiendo.

A veces pienso en qué hubiera pasado si mi verdadero papá se hubiera comportado como el hombre que es y se hubiera hecho cargo de mí, el que hubiera amado a mi madre, solo tal vez, hubiéramos sido una familia feliz, tratado al menos. Pero el hubiera se queda en eso, en lo inexistente.

Río desganado.

Desenchufo mi mente de esos recuerdos para enfocarme en lo que quiero hacer el día de hoy, y para eso necesito a los chicos. Sin demora tomo la toalla y me meto al baño. Cierro mis ojos y lo único que se revive en mi es su olor a cereza, sus labios, su tacto. Simplemente me gusta cada parte de ella, sin excepciones.

Soy un chico decidido, que dice lo que piensa o siente, por esa razón no me anduve con rodeos al decirle a su hermano lo mucho que me gusta ella; que quiero intentar..., no, que necesito conquistarla cada día más. Y cuando sea el tiempo justo, pedirle que sea mi novia.

No temo a enamorarme pérdidamente de ella, creo que vale mucho oro ese riesgo, aprovecharé al máximo el tiempo. Tengo dos meses para demostrarle mis hechos. Luego lamentablemente tendría que volver, porque con mamá quedé en terminar la universidad si me dejaba venir sabiendo que estaría bien con los chicos a mi lado. Pero eso no significa que dejaré todo en este país, porque aquí esta ella. No botare mi esfuerzo a la basura y mucho menos la defraudare.

Al terminar de ducharme salgo de inmediato. Entre más rápido organice todo, más tiempo habrá para ambos. Me visto rápido, veo la hora y todavía es temprano. Tomo el celular y marco al número de Samuel. 1, 2, 3... Y al cuarto pitido atiende la llamada.
¡Carajo!, creo que lo he despertado. A través de la bocina logro percibir un largo bostezo.

-... ¿Dederick?, ¿pero qué mierda? Esta es una semejante falta de respeto a mis horas de sueño, ¿cómo se te ocurre levantarme a las... ¡Siete de la mañana!?-Me burlo porque parece que estuviera hablando con la nariz.

-Calma parce, es para una buena causa. Si por mi fuera, te dejaría tranquilo en tu sueño de belleza.

-Ja, ja-ríe irónicamente-. Habla, ¿cuál es la buena causa? Espero que sea buena, eh, sino, cuando estés dormido te voy a echar un balde de agua helada y con hielo.

«Pero qué agresividad».

-No va a hacer falta-río-. Ahora escuchame....

★★★

Hace una hora le avisé a Melody que estuviera lista, porque en unos minutos estaríamos llegando y nos iríamos de inmediato. Le llevo algo que la vuelve loca, pero de amor.
Voy junto al chófer Samuel, nah, son bromas, si me llegase a escuchar me echaría fuera del auto. Fui al lugar en que llevaré a Melody para nuestra primera cita. Hicimos varios recorridos para no perderme y guiarla, aunque ella ya lo conozca.

Dederick © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora