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Veintiocho

Conversación Pendiente

DEDERICK

Hoy salí temprano de la casa de Melody, ya que los chicos insistieron en pasar un buen rato y olvidar por completo esos días tensos. Con Melody he tratado de mantenerla al margen del tema de mis redes sociales, no quiero que piense que fue su culpa o se preocupe por eso; ya lo estoy haciendo yo por los dos.

Aún no he intentado ingresar a ninguna de mis cuentas, sigo descolocado y molesto por la invasión a mi privacidad. Nadie sabe que he sido hackeado todavía. Solo utilizo el celular para hacer unas cuantas llamadas a mis padres. Lo mejor será dejar ese asunto a un lado hasta que sepa qué hacer o tener ayuda de alguien con conocimiento, y así averiguar algo que me dé luz verde. Con los chicos no volvió a suceder, por lo que sé llevan sus redes con la normalidad de siempre.

De vez en cuando solemos grabar videos juntos, más ahora que Sam se ha abierto su propia cuenta, gracias a Erick, Raúl y Jhy, pueden ser muy convincentes. Se puede decir que a mucha gente le agrada Sam, incluso le preguntan por Melody, algunos son sinceros con sus buenos deseos, pero otros son unos descarados diciéndole: «Ancleme ahí cuñadito. ¿Para cuando un video con su hermana? ¿Ella está disponible? Si es así, presentela». Idiotas.

Suspiro. Hoy quería ir y traerla del instituto, pero como dije, estos pelados se empeñaron en que necesitabamos un día de puros machos. Al menos Jhy puede ver a su chica en el instituto, pero, ¿y yo?. Tengo que esperar un siglo, bueno, tampoco así, es solo que la mañana tarda en irse y ella regresa hasta en la tarde.

Así que haré el esfuerzo de disfrutar el día con ellos, yo no bebo cerveza, mucho menos Sam, Erick y Raúl sí. Se la gozan hablando payasadas mientras juegan en la consola y se devoran todo tipo de churros, desde zambos, caribas, hasta doritos, cheetos y taqueritos. Me levanto del sofá y voy en busca de un refresco cuando Erick se adentra a la cocina también.

-¡Me cago es la puta hostia! Esa página de chismes y primicias ya va con lo mismo de siempre.

-¿De nuevo con el mismo tema?-Masajeo mi sien con cansancio. Si siguen con lo mismo haré todo lo que esté en mis manos para que se vayan al carajo.

-No, más bien es sobre la relación «declive» como lo titulan ellos, de tu hermano y Verónica.

No digo nada. Simplemente asiento y bajo la mirada para pensar. Con mi hermano... No llevamos una muy buena relación desde que somos niños, no tengo la menor idea del por qué me odia tanto. Cuando supe de su existencia quise llevar la fiesta en paz con él, ser..., hermanos.

Que yo tenga entendido nunca lo traté mal, o siquiera le quité algo que le perteneciera. Ni siquiera acudimos a la misma escuela en Medellín. A eso le agregamos que Mauro prefirió a su primer familia, con la que ya tenía un niño de un añito cuando yo apenas estaba naciendo. Pensaba que al fin tendría un hermano a quien le podría confiar cualquier cosa, pero no fue así.

Es como si fuesemos unos completos desconocidos. Dejé de sentirme así de solo cuando llegaron mis amigos, medio llenando ese vacío de hermandad, aunque no del todo como debería de ser. Pero agradezco la inmensa amistad que me brindan. Mi primo Jhy también ayudó y aunque no tengamos la misma sangre, lo quiero como si fuéramos primos de verdad. Tampoco me puedo olvidar de Sam, me ha ayudado mucho, es sincero, directo y sin anestesia.

Y Verónica pues... Con ella nunca fuimos nada más que amigos. Nuestros seguidores nos relacionaron por el hecho de grabar juntos. Que la abrazara en los videos no significaba que ya teníamos algo. Aunque no voy a mentir, sí tuvimos algunos encuentros íntimos, éramos más como amigos con beneficios. Ambos nos sentíamos cómodos de esa manera, pero nunca llegó a lo romántico por parte de ninguno. Pero eso no tenía que saberlo el mundo. Decidimos quedar así ya que estábamos solteros y tampoco era que nos queríamos atar a alguien. Solo queríamos disfrutar del sexo sin compromiso.