0.2 Pio, pio, pio

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(✿…。⁽⁽ଘ( ˊ ᐷˋ )ଓ⁾⁾。...✿)

Hoy era uno de esos días donde Yoongi no podía sentir el brillo y calor del sol ni aunque estuviese en pleno verano pisando la arena en una playa, no quería mover ni un solo musculo en todo su cuerpo, y pasar el día entero bajo las sabanas aguantando las ganas de llorar producidas por ese raro sentir que aprendía en su pecho parecía ser su única alternativa ¿Qué más le quedaba? ¿Ir a tocar la puerta de Jimin diciendo que no podía respirar? Por supuesto que no, el menor quería pasar su momento en soledad, molestar al otro chico que de seguro estaba estudiando sus formulas de física, o andaba armando una maqueta, o solo dibujando en un croquis como era costumbre en sus fines de semana, no era algo que tuviera ánimos de interrumpir.

Y ahí fue, la primera lágrima, a la que le siguieron muchas más.

Negado a sollozar, el entristecido joven mordió su labio inferior luego de haber ocultado bajo la almohada su pequeño y húmedo rostro.

¿Por qué tenía que ponerse de esta manera? Él desconocía la respuesta, pero bien conocía que ese estado depresivo se estaba convirtiendo en una costumbre, y eso no le gustaba para nada.

Peor se sintió peor al recordar las palabras de su roomie " Eres muy sensible, tanto como una pequeña flor del jardín, no se te puede regar en exceso, y sí te da mucho tiempo el sol podrías desfallecer" también vino a su mente la sonrisa encantadora de su mayor, esa donde se perdían sus ojos, dejando una fina linea de pestañas, para luego saltar a abrazarlo con mucha delicadeza y susurrarle al oído " Suerte que para una flor tan especial ya existe un jardinero". Como respuesta el menor se sacudió al chico y le dijo que el no era ninguna flor ni que nada. Muy dentro suyo quería gritar " Sí tanto quieres esta florecita ven por ella" pero eso no pasó, en cambio solo pudo sonrojarse como cada vez que tenía al otro rompiendo su barrera de espacio personal y diciendo cursilerías como esas.

- Seguro ya estás empezando a aburrirte de mi - Susurró bajo la almohada pensando en el chico en el cuarto de al lado - ¿Cómo es qué me sigues cuidando a pesar de mi actitud? - Dudó destapando su cara y viendo directo al techo.

Lo que Yoongi no se imaginaba era que su amigo estaba detrás de la puerta entreabierta con una mano sosteniendo el pomo escuchando sin querer los malos pensamientos del menor, sorprendido de haber escuchado aquello. Jimin sospechaba que su pollito se encontraba en esos días turbios y grises, por lo que quería ofrecerle su compañía junto a una taza de chocolate caliente, ya que afuera llovía y la temperatura era baja, incluso ver una película bajo las frazadas. Pero ahora estaba temiendo hablar con Yoongi, acaso ¿Él había cambiado con el menor para que creyera eso? Min no tenía ni la menor idea de cuanto Jimin deseaba compartir con él, no solo cuidarlo, sino disfrutar de la compañía mutua. Recordando cuando eran niños  traviesos y mintieron a sus madres diciendo que no habían comido tierra, y solo eran restos de chocolate en polvo, aquella memoria renovó la convicción del mayor para entrar y sacar al contrario de su encierro.

Aquel recuerdo trajo una sonrisa al rostro del mayor quien con una nueva determinación abrió la puerta de par en par asustando al dueño de la habitación quien saltó hasta la esquina de su cama, casi pegándose contra la pared observando hacia el invasor con los ojos bien abiertos.

-¿Qué no sabes tocar?- Chilló.

-Pero sí eres todo un pollito cobarde - El menor volteó los ojos y se mantuvo en silenció - ¿El gato te comió la lengua?

La sonrisa de Jimin era tan hermosa que contagio al menor, haciendo que olvidara su estado y sus ojos rojos por haber llorado, apariencia que no pasó desapercibida para el castaño, sin embargo eligió no mencionar nada al respecto, y con una sonrisa maliciosa se lanzó encima del chico para inmovilizarlo de brazos y piernas.

-¡Ya baja de encima! - Chilló sacudiendo su diminuto cuerpo en comparación al desarrollado cuerpo que le tenía preso bajo suyo.

-Pio, pio, pio - Contestó enfrentando la mirada molesta de su prisionero - Vamos Min habla normal que yo no entiendo tus piares - Mordió su labio inferior coquetamente encantado con el puchero de Yoongi, dentro de poco vendría ese sonrojo que tanto le gustaba - ¿Ves? Hasta haces un piquito ¿Cómo no vas a ser un pollito?

- Pollito mis pelotas - Se quejó intentando de nuevo zafarse del agarre - Mira que como me levante de aquí te voy a golpear.

Jimin soltó una risa espontánea y agudizó la mirada, por alguna razón ambos entraron en un juego de ver quien aguantaba más tiempo sin bajar la vista, acercándose peligrosamente al rostro contrario, sí su pollito quería guerra, guerra tendría.

-Has estado todo el día encerrado - Susurró buscando distraer al menor - No bajaste a comer, me tienes olvidado Yoon.

-¿Y ahora me exiges atención de ésta manera? - La respiración contraria golpeaba sobre su rostro, y el agarre no disminuía en lo más mínimo, Park lo tenía como quería.

-¿Qué te puedo decir? Me gusta estar así, y me las estoy cobrando, se podría decir que estamos de esta forma por tu culpa - Sentenció muy convencido, haciendo al menor tragar grueso.

-Pues yo estoy cómodo aquí abajo Park, solo debo esperar a que te canses y será mi turno de tirarte fuera de la cama - Respondo muy seguro, sin medir un según el como pudieran entenderse sus palabras, tan rudo que quería mostrarse, pero tan inocente que se vió para Jimin quien reprimió una risa.

-Eres tan adorable pequeño - Le guiñó un ojo pícaro, consiguiendo que el menor estreche sus ojitos - Te recuerdo que voy seguido al gimnasio, y haciendo plancha resisto mas de diez minutos, además aquí estoy muy cómodo, puedo hacer esto todo el día - Citó.

Min no apartó la mirada pero ya se sentía derrotado, el idiota tenía un punto, y ni siquiera le estaba lastimando las muñecas como para ponerse a "llorar" para que le soltará, en eso siempre le estaba cuidando, ser gentil con Yoongi era como la vocación principal del castaño. 

Por lo menos estaba dispuesto a no perder su guerra de miradas.

Los minutos pasaban y ninguno cedía, Jimin no podía estar mas complacido de su cercanía, pero no contaba con que el menor comenzará a mover sus piernas y por consecuencia su cadera ¿Qué estaba haciendo su pollito? ¿No qué su chico era inocente? ¿Por qué usaba esa artimaña tan sucia?

Nervioso Jimin rompió el contacto visual, empezando a sonrojarse.

-¿Q-qué estás haciendo? - Preguntó observando hacia la parte baja de ambos siguiendo el movimiento del menor.

-Tienes como media hora sobre mi genio - Se quejó con sarcasmo - Mis piernas se están durmiendo y no me gusta cuando eso pasa.

"Oh por lo menos sigue siendo un chico inocente "- Pensó Park soltando un suspiro, lamió su labio inferior nervioso.

-¡YA QUÉDATE QUIETO! - Demandó exasperado alejándose unos centímetros del chico.

-¡Ya bájate de encima! - Contra exigió usando el mismo tono sin dejar de mover sus piernas, ahora con más fuerza.

-¡Yoongi! - Reclamó abriendo sus ojos de par en par.

Su pollito lo había rosado en el lugar prohibido, y vaya que su pollito podía ponerlo fácil. 

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🐣 Pollito - Jimsu 🐣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora