0.17 No The Bunny

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-¿Jiminie? - La dulce voz atravesó la pequeña sala junto al sonido de la puerta a abrirse.

El castaño acompañado de dos de los modelos de la empresa no fue sorpresa para Yoongi, el sabía que su Hyung era alguien sociable y encantador, con sus obvias excepciones, hoy no se tomará en cuenta la opinión de Namjoon; al parecer con su entrada interrumpió la conversación de los tres, notando como parecía que el pelinegro que aún no aprendía el nombre se alejaba de Mingyu como si éste quemara. Eso si extraño a Yoongi, pero perdió rápido su atención hacia el par, cuando los brazos de su mayor lo rodearon por los hombros y lo apretujo como a una almohada. Esquivando con la cabeza a tiempo recibiendo un beso sobre su mejilla.

-Están los niños - Susurró sonrojado viendo por el borde de sus ojos hacia sus espectadores.

"Niños mis cojones" pensó Jimin rodando los ojos, pero claro, debía suponer que su pollito desconocía las travesuras de aquel par de "niños".

-¿Conoces a Yoonie? - Dudó el peli azul, negando rápidamente con la cabeza - Digo, claro que se conocen - Soltó una risita - No sabía que traías compañía Min.

-De hecho es la primera vez - Respondió honesto acercando su espalda más al pecho del castaño en un gesto posesivo pero inconsciente de su parte - ¿No te aburriste mucho hyung? - Preguntó con un puchero demasiado tierno a los ojos del mayor.

Su pollito estaba siendo atípicamente territorial en ese momento, para Jimin no pasaron desapercibidos ningunos de sus gestos y movimientos. Dejándole completamente feliz a merced de esos tiernos celos.

-Si, Kookie y Mingyunie me dieron una buena sorpresa - Respondió diversión - y nos quedamos hablando todo el rato.

-¿Kookie? - Dudó viendo entre los más jóvenes. Suponiendo que él de la sonrisa avergonzada y que no recordaba el nombre era el chico.

-Soy nuevo en la agencia - Explicaba - Casi no nos hemos cruzado, pero te conozco - Admitió encogiendo sus hombros - Yoongi, el señor Kim te ha mencionado muchas veces - Jimin hizo una mueca de desagrado ante el apellido - Y justo ahora Jiminie hyung estaba explicando que era tu acompañante - La inocente voz del menor pasó a sonar odiosa para el pálido ¿Cómo que Jiminie hyung? y su mayor no se quejó por eso.

-¿Jiminie Hyung? - Quería sonar tranquilo, pero su voz salió exigente, y su ceja elevada había sido un mero reflejo. Claro que el tomar el brazo de su mayor y enrollarse en él había sido algo a propósito.

El castaño mordió su labio inferior, queriendo chillar como colegiala, y devolver el agarre de su pollito en forma de abrazo, pero se contuvo debido a que el fierro agarre no le dejaba muchas opciones.

-Jungkookie y yo éramos vecinos, bueno, el era vecino de mi abuela, y a veces sus padres me pedían que le cuidará - Comenzó a relatar el castaño con una sonrisa, dejando caricias sobre la manito que tan fuerte tomaba su brazo. "Ternurita" pensó - Kooki era un niño muy travieso ¡Dios! siempre que le cuidaba se saltaba la hora de dormir - Recordó a lo que el mencionada asentía.

A pesar de toda el aura fraternal con la que se trataban Jimin y Jungkook, pareciendo hasta hermanos a los ojos de Mingyu, la risa del pelinegro se volvió insoportable a oídos de Yoongi. La pequeña burbuja de celos dentro suyo crecía con cada cruce de miradas entre su hyung y el mocoso ese. Tan ensimismado en sus celos, que no percibía las verdaderas miradas enamoradizas que se daban entre si los más jóvenes.

-Bueno Mingyu recuerda esto, Kookie es un conejito con un punto débil... Las cosquillas - El peli-azul sorió con malicia hacia su chico e hizo un gesto de "anotado".

Sin embargo esa fue la gota que derramo el vaso de Yoongi.

-Lo siento chicos, pero tenemos que irnos, llevamos todo el día aquí y ¡VAYA! que estoy agotado, seguro Jiminie tiene hambre - Habló con prisa interrumpiendo la respuesta de Jungkook, con la fuerza obtenida de no sé donde Jimin fue arrastrado fuera de "La sala del Castigo" apenas pudiendo pronunciar un "Hasta luegooo Kookie y Mingyuuu".

Sin decir palabra alguna hacia Jimin, Min pidió un taxi y empujo a su mayor dentro sin pedir permiso. Sacando su dinero y pagando al chófer, antes dar oportunidad al castaño de preguntar cuanto por la carrera.

Impresionado por la actitud del menor, Jimin se dejó hacer esperando a que se calmará y dijera lo que pensaba, por que durante todo el trayecto a casa pudo apreciar incluso a traves de ese seño fruncido, como las ideas maquinaba dentro de la cabecita de su chico, llegando a una conclusión rápida.

"Pollito sufre de celopatía aguda"

En silencio bajaron del auto y entraron a casa, dejando sus zapatos en la entrada, siguió con la mirada al menor que entro directo a la cocina. Comenzando a preocuparse por la ley del hielo tan extrema, a pasos tímidos llegó junto al chico, manteniendo la distancia prudente.

-¿Qué sucede pequeño? - Preguntó con voz dulce, atreviéndose a sobar la espalda del chico que aun no le enfrentaba.

Yoongi quería sacudirse del contacto y seguir con su voto de silencio por orgullo, la verdad era que tenía miedo, mucho miedo de lo que había llegado a sentir gracias a la relación fraternal entre Jungkook y Jimin, su Jimin. No era el único en la vida del castaño, sabía que debía tener más amigos íntimos, pero reconocerlo dolía por alguna razón. Todas sus inseguridades, que ya creía olvidadas, volvieron a él esa tarde.

"Él tenía a un conejito, antes de ser su pollito hubo alguien más".

El peli-blanco mordió su labio evitando que siguiera temblando acompañado de unas ganas horribles de llorar.

Jimin mandó a la porra la idea de darle espacio, cuando escuchó el primer sollozo salir de los labios ajenos y ver como su espalada temblaba no dudó en acunarlo en sus brazos y comenzar a dejar besitos en su cabeza, sintiendo el olor a protector solar de coco.

El menor se volteó aun dentro del abrazó para encontrar miradas, sus ojitos llenos de grandes lágrimas que escapaban sin permiso de triste mirada, hundiendo el corazon ajeno terriblemente.

-Pollito, sí no me cuentas, no puedo ayudarte - Susurró acariciando su pequeña espalda.

-No me dejes nunca Jimin - Pidió apretando sus puños sobre la tela de la camisa ajena.

-No podría hacerlo nunca.

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Cuenta la leyenda que por cada nuevo seguidor la escritora se pone a llorar en una esquina con un calorcito en el pecho ♥️🙈

Que mala soy para auto-promocionarme XD

🐣 Pollito - Jimsu 🐣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora