🐣 Pollito - Jimsu 🐣

0.22 Toda una familia

Sí estuvieran frente a la mujer que les dio la vida y esta se encontrará martillando el suelo con la punta de sus caros zapatos de tacón negros de gamuza, probablemente ya estuvieran temblando anticipando un posible castigo. A no ser que esa mujer fuera Min YungNa y por lo tanto su único hijo Min Yoongi, siendo en muchos aspectos dos gotas de agua, ya que la terquedad del menor era en gran parte gracias al lado materno, sin duda alguna, el señor Min podía dar fé de eso.

-Te estamos sacando del hospital, recién te han dado de alta después de dos días de observación continua - Razonó la mujer luchando por hacer que su hijo se dignará a entender la gravedad de la realidad - Nos dijeron por orden medica que debes estar vigilado ¿Sabes lo qué eso significa Yoongi?

El mencionado estaba sentado con ambas piernas colgando debido a la altura de la camilla, aún no había salido del lugar, esperaban al señor Min que terminaba de discutir unas cosas con el Doc. Choi.

-Mamá me encuentro bien - Con ironía señalo su propio rostro y fingió una sonrisa - ¿Ves? No necesito que me anden vigilando las veinticuatro horas del día, no puedo volver a casa y dejar lo que ya consideraba mi hogar - Reconoció con un gesto temeroso, lo que no quería era dejar de vivir con Jimin.

-Yoongi, por favor, solo será por un tiempo, en lo que me asegure que estás en perfectas condiciones te dejaré volver - Pidió acercándose para acariciar el cabello del menor que inclino la cabeza disfrutando del cariño - Tu papá y yo seguiremos pagando tu parte de la renta, por sí lo que temes es que dejemos todo el peso a Jimin.

El peli-blnco se tensó al escuchar el nombre de su mayor en la oración, no quería alejarse de Jimin, no podía permitírselo, iba más allá del aprecio que le tenía, lo descubrió hace un par de días cuando despertó en la camilla del hospital, confundido y asustado, tras haber hecho un resumen de lo que le había ocurrido se percató de la sensación de angustia ansiosa que comenzaba a atacarle y que supo disimular frente al doctor, las confusas imágenes volvieron a asediarle y ni siquiera la presencia de sus progenitores conseguían transmitirle el confort que necesitaba, es ahí cuando Jimin apareció por la puerta con una oscuras ojeras y una sonrisa falsa que Yoongi logró calmar su mente.

Comenzaba a ser un dependiente emocional del castaño, y bien que podía asustarse de ese hecho, pero ya tenía algo más que resolver por el momento, y era contradictoriamente alimentar esa necesidad de estar cerca del mayor, aunque pudiera verlo como una conducta no muy sana, trabajaría sobre la marcha un problema a la vez.

-Mamá por favor, me haces sentir como si fuera un bebé indefenso, detesto que me hagan sentir de esa manera - La mujer escuchando atentamente detuvo sus caricias, y con mucha delicadeza tomó entre sus manos el blanco rostro de su hijo, sintiéndose atrapada bajo la acusación, ya que allí estaba un chico de 18 años al que seguía viendo como su bebé.

-No eres un bebé... tampoco indefenso - Aceptó a pesar de que su instinto protector maternal gritara todo lo contrario - ¿Cómo puedo estar tranquila sin saber sí estarás bien?

-Confía en mí, haré lo mejor por llevar la situación - Hizo un puchero y se zafó del agarre en su rostro - Lo hemos estado haciendo bien Jimin y yo, merecemos mérito por eso ¿No crees? - Reflexionó.

-¿No vendrás con nosotros aunque te lo pida? - Dudó ya sintiéndose derrotada, ganarle a un Min no era fácil, lo sabía, ella lo crio bien.

-Nope - Sonrío victorioso - Hagamos algo - Sugirió queriendo contentar a la mujer - Te llamo todas las noches sin objeciones - Extendió una mano queriendo cerrar la negociación.

La mujer con una ceja elevada, analizó detalladamente al menor, sopesando los beneficios de la propuesta como buena mujer de negocios que era.

-Vendrás a casa a cenar todos las noches - Demandó estrechando la mano de su hijo antes de que pudiera decir algo.

-Una vez por semana, no abuses - Reprochó.

-Pues te traes a Jimin contigo - Contra-atacó.

-¡Vaya! pero sí es mi amorosa familia acordando reuniones ¿Si me incluyeron? - Ambos negociantes se negaban a soltar sus manos midiéndose en una guerra de miradas ignorando al padre de la familia.

Aprovechándose de la situación el hombre se posicionó detrás de su esposa eligiendo un bando, más valía irse el lado ganador pensó el señor, ahora bien, él también quería añadir ciertas cosas.

-Y debes acompañarme a la empresa al menos una vez a la semana - Exigió el hombre confiado de que conseguiría aquello.

-No abuses papá - El chico soltó la mano y se cruzó de brazos - Ya te dije que no me llama la atención, además eso quedó acordado de la primera vez cuando me mudé.

La señora Min miró a su marido con reproche. Al hombre no le quedo otra que volver a ceder.

-¡Bien! Nada de empresas familiares para ti.

-Gracias - Ironizo el menor.

-Aún así debemos hablar con Jimin - El color se fue de su rostro.

Yoongi miro a sus padres, una ligera capa de sudor comenzaba a formarse en su espalda y pecho. "Cálmate, no es gran cosa" intento tranquilizarse así mismo, sin embargo no dejaba de sentir que el mundo se le vendría encima.