Luego de caer dormida profundamente durante las horas restantes de la noche, Chaeyoung se sumió en un sueño cuando faltaban un par de minutos para despertar, pero éste era diferente, no era una pesadilla como las que solía tener.
En ese instante mientras navegaba en su subconsciente pudo verse a sí misma estando frente a un abismo ardiendo. También pudo visualizar una silueta al otro lado del abismo, era una chica que estaba vestida de blanco con unas alas grandes y hermosas detrás.
Ésta le gritaba desesperada sin cesar que viniera con ella, que diera el paso que podría cambiar el rumbo de su vida, y que no la dejara.
En ese mismo escenario pudo visualizar a alguien detrás de sí que sostenía unas cadenas atadas a sus tobillos. Esa persona le gritaba "¡NO!" mientras volvía a tirar de las cadenas haciéndola caer sobre el pavimento ardiente.
El sueño siguió en ese debate de pensamientos, decisiones omitidas y gritos, hasta que abrió sus ojos pesadamente sintiendo la claridad del sol entrando por su ventana.
Otro día comenzaba, tenía que empezar con su rutina matutina antes de ir al colegio y comenzar de nuevo con el mismo ciclo sin fin. Así que sólo se levantó sin energía alguna, y comenzó a indagar sobre el posible significado de ese ese sueño.
¿Quién era esa silueta que quería verla libre de esas cadenas?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz grave y nada delicada.
—¡Oye! Date prisa, vamos a llegar tarde —dijo su hermano golpeando la puerta repetidamente.
—Ya voy, aún queda tiempo —viró los ojos mientras se dirigía al baño para comenzar con su aseo matutino.
—¡Apúrate o te irás sola! —gritó antes de alejarse de la puerta.
—Como quieras —susurró amargamente.
Y así comenzaba un día normal en la vida de Son Chaeyoung, rutinas aburridas y carentes de emoción. Cada día era lo mismo, la misma conversación vacía, el mismo aburrido procedimiento y el mismo estado de ánimo apático.
Ya se comenzaba a acostumbrar a vivir de esta manera, y la verdad ya no pensaba hacer algo para cambiarlo, debía acostumbrarse.
Terminó de alistarse lentamente, mientras su hermano seguía apurandola para fastidiarla. Él sabía cuanto le desagradaba esto, así que lo hacía con tal propósito, aunque no había malicia en ello... Él era capaz de entenderla cuando se daba la situación.
Dejó la habitación y tomó su mochila para ir directo a la cocina y tomar algo rápido para desayunar antes de irse. Sus padres ya estaban presentes en tal lugar, desayunando igualmente antes de irse, como hacían a diario.
—Buenos días hija —dijo su padre sonriendo.
—Buenos días papá, buenos días a ambos... —dijo mirando de reojo a su mamá, la cual desayunaba algunas frutas sin prestarle atención.
Chaeyoung ya estaba acostumbrada a esta actitud. La verdad, ella y su mamá no tenían la mejor de las relaciones. Ellas eran dos personas totalmente diferentes y alejadas.
Por supuesto, Chaeyoung no tenía problema con tener diferencias con ella, ya que todos somos diferentes... pero me temo que su madre no pensaba así, quería controlarla y que fuese igual a ella.
Ella siempre notó esa particularidad en la personalidad de su progenitora... Y esto fue lo que las terminó por alejar, convirtiendo su relación en algo inestable y perdido.
Su padre notó el incómodo silencio que se hizo en el lugar, así que aclaró su garganta e intentó evadir la tensión.
—Bueno, vayan ya —dijo a ambos hermanos —. Se hará tarde y no quiero que tengan problemas.
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𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘
RomanceSon Chaeyoung, una joven que sabía perfectamente lo que era vivir entre la opresión y el temor a mostrarse tal y como era. Siempre que quería enfrentar a las personas que tanto daño le inflingían, algo se lo impedía. Myoui Mina era una chica que só...