Habían pasado nueve días después de esa conversación que Chaeyoung y Mina habían tenido. Nueve días en los que Mina había llegado a la conclusión de que éste era el final.
Ahora se había propuesto superar esos sentimientos y olvidarse de ella.
Chaeyoung sentía ganas de buscarla de nuevo, hasta había estado a punto de salir varias veces, pero ya estando a punto de irse, se arrepentía.
Ya estaba clara en lo que sentía. Mina todavía la quería, y ella también la quería... pero aún sentía temor.
Tenía miedo de que esas cosas que ella creía haber superado, volvieran e hicieran estragos de nuevo en su cabeza. Sabía perfectamente que la presencia de Mina podría ayudarla a sanar esas heridas del pasado, pero supongo que no es tan fácil dar el primer paso de nuevo.
Durante esos días no supo nada más de Sana ni Tzuyu, y mucho menos de Mina. No sabía salido a ningún lado, sólo a visitar a su padre y pasar tiempo con su hermano.
Una parte se sentía como si aún siguiera en Ulsan. Era ella misma la que se estaba arrastrando a esto, era ella misma la que se estaban encerrando y evadiendo a todos... Era ella misma la que estaba siendo obstáculo de su propia felicidad.
En ese momento se encontraba pensando esas cosas mientras dibujaba un poco para tratar de desestresarse. Durante todos esos días se mantuvo pensando en el asunto como loca, se sentía culpable de haber tratado así a Mina, y de saber que, quizás, la chica había estado mal por esa razón.
Todos tenían razón, se estaba reteniendo hasta tal punto, que estaba lastimando a las personas que alguna vez fueron muy importantes para ella.
Siempre dijo que sería leal a lo que era, por encima de todos, pero... ahora podía notar que parte de esa lealtad había sido reemplazada por los traumas del pasado.
Se habían metido tanto en su cabeza, haciéndola sentir mal con lo que era que... hasta cierto punto lograron influir en su manera de ver las cosas, y de verse a sí misma.
No podía recordar cual había sido la ultima vez que había hablado con alguien a profundidad sobre lo que sentía. Parecía casi como una eternidad desde la última vez que había llorado y había dejado salir esas emociones retenidas en su pecho.
Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que se había permitido sentir algo real, sin reproches ni retenciones de por medio.
¿Sería capaz Mina de romper con esa barrera que Chaeyoung había creado entre sus sentimientos?
Dejó el lápiz a un lado y llevó las manos a su cabeza.
—Necesito verla —susurró.
Tomó el libro que estaba en el escritorio junto a las demás cosas, y fue hasta la última página. Leyó justo la parte final de la nota, y fue esto lo que la hizo remover sus emociones.
"Cuando sientas que nada tiene sentido, mira la fotografía que está arriba y recuerda que estaremos bien"
No se cansaba de mirar la foto. Lucían tan felices y ajena a todo el dolor que habían sido sometidas a lo largo de su vida.
Se veían como dos chicas inocentes, que vivían su amor libremente ignorando los prejuicios y los malos comentarios de la gente. Se veían como dos chicas que entre la complejidad de sus mundos, habían encontrado su lugar a salvo en los brazos de la otra. Se veían como dos chicas que... se permitían sentir, sin tomar en cuenta el miedo o las dudas.
Y ahora lo más importante: Chaeyoung quería verse como esa chica de nuevo, pero junto a Mina.
Soltó el libro con delicadeza sobre el escritorio, y miró las pulseras que ahora estaban sobre sus cicatrices.
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𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘
RomanceSon Chaeyoung, una joven que sabía perfectamente lo que era vivir entre la opresión y el temor a mostrarse tal y como era. Siempre que quería enfrentar a las personas que tanto daño le inflingían, algo se lo impedía. Myoui Mina era una chica que só...