𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘

Chapter 54 - Falling.

Chaeyoung fue despertada desde muy temprano por una alarma que resonó por el lugar. Casi saltó de la cama al sentir como golpeaban su puerta en señal de que se levantara... De verdad, ese lugar era como una verdadera prisión.

Se levantó y tuvo que cambiarse por otra ropa igual de blanca y holgada a la que ya tenía. Volvieron a abrir la puerta, y el mismo hombre que siempre la sacaba volvió a tomarla por el brazo y la empujó hacia afuera.

—¿Por qué me apretas? —intentó zafarse.

—Cállate —murmuró tomándola más fuerte.

Chaeyoung suspiró y siguió caminando. De repente llegaron hasta la parte de afuera, donde estaban varios jóvenes iguales a ella, todos estaban aglomerados empezando que comenzara algo, al parecer.

—¿Qué haremos aquí?

—No hables —dijo el hombre empujándola hacia donde estaban todos.

Chaeyoung comenzó a mirar a todos lados, no entendía absolutamente nada, hasta que vió como salio Yang junto a otro hombre que era muy parecido a él... ¿Acaso eran hermanos?

De repente vió como ese hombre comenzó a mirar fijamente a una chica que estaba adelante, y como ésta había comenzado a temblar al mirarlo... ¿Qué más cosas estarían sucediendo allí?

Después de esto, el hombre la miró a ella de la misma forma, y le dió una sonrisa perversa. Chaeyoung tragó saliva y bajó la mirada, de repente sintió como alguien tocó su hombro.

—Estrellita.

—¡Moon! —suspiró aliviada.

—¿Estás bien?

—Claro—sonrió—. ¿Qué estamos haciendo aquí? No entiendo.

—Son charlas en las cuales nos dan indicaciones sobre nuestro "tratamiento" —bufó.

Ambos hombres comenzaron a hablar incoherencias, mientras se encargaban de amenazarlos e intimidarlos, como cosa normal.

—Moon —susurró—. ¿Qué significa eso de medicarnos?

—Si te niegas ante lo que ellos te exigen, te sedan —susurró.

Chaeyoung abrió los ojos con terror.

—¿Acaso esto es legal?

—Lo dudo. Este lugar lo hacen parecer como un centro psiquiátrico común y corriente, pero en realidad sólo se encargan de las personas como nosotros —suspiró—. Y hay más.

Chaeyoung lo miró expectante.

—Ten mucho cuidado con Yang y su hermano. Ellos... son raros con las chicas —susurró con cautela.

—¿Qué quieres decir?

—He escuchado gritos de chicas provenientes de sus oficinas. Cuando una chica se niega a aceptar que "está enferma", ellos llevan las cosas más allá —tomó su mano—. Ten cuidado, Estrellita.

—¿Y a los chicos? —apretó su mano.

—Sólo nos golpean y cosas así —susurró—. Pero yo puedo soportar esas cosas, tú no Estrellita —repitió lo mismo de aquella vez.

Chaeyoung asintió aún sintiéndose asustada por todo lo que el chico le había revelado. Estaba en peligro en ese lugar, de eso no había duda.

Después que los hombres terminaron con lo mismo, los dejaron andar un rato por el patio, hasta que tuvieran que entrar de nuevo.

Chaeyoung y Jun se sentaron en el mismo lugar de aquella vez.

—¿Qué te sucedió allí? —señaló su cuello.