𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘

Chapter 8 - Finally found you.

El taxi siguió su camino, hasta que se estacionó en frente a la casa de Sana. Chaeyoung seguía aún pensando y sorprendida de haber tomado tal riesgo.

Pasaron dos minutos hasta que el conductor notó su distracción y llamó su atención.

—Señorita, ya hemos llegado a su destino, ¿o no es aquí? —preguntó mirándola.

—Oh, s-sí, es aquí, muchas gracias —le pasó los billetes y bajó.

Pudo ver que el auto de los padres de Sana seguía allí, al menos la habían esperado. Comenzó a correr hasta llegar a la puerta principal y tocó el timbre. La mamá de Sana abrió mirándola con sorpresa.

—¡Chaeyoung! Creímos que no vendrías, ¿cómo estás, cariño? —la abrazó.

—Muy bien, gracias, lamento el retraso —se disculpó pasando hasta la sala.

—¡Son! ¿Qué son estas horas de llegar? —llegaba la taiwanesa.

—Lo siento Chou, es que...

—¡ChaeChae! ¿Qué te había dicho? —interrumpió enojada.

—Lo siento chica, tuve algunos problemas —susurró cabizbaja.

—Bueno, no importa, ¿vas a ir así? —preguntó la taiwanesa mirándola.

—¡No! He traído para cambiarme —señaló su bolso.

—¿Y qué esperas? ¡Es tarde! Date prisa —dijo la japonesa empujándola hasta su habitación.

Ambas entraron mientras la mamá de Sana estaba conversando con Tzuyu en la sala. La verdad, los padres de la Sana siempre habían sido de mente abierta, y cuando Sana les confesó que le gustaban las chicas éstos sólo rieron diciendo "era tan obvio".

Nunca hubieron problemas respecto a esto, amaban a Tzuyu y apoyaban su relación a toda costa. Sabían que ambas se hacían felices mutuamente y que tenían algo bonito.

Mientras tanto en la habitación de Sana se encontraba Chaeyoung corriendo de un lado a otro intentando alistarse rápido.

—Chaeyoung, ¿está todo bien? —preguntó cautelosamente.

—Eh, sí, ¿por qué? —se dió la vuelta para cambiarse la camisa.

—¿Por qué llegaste tarde? ¿Y por qué pareciera que te hubieras escapado?

—Sólo se me hizo tarde, Minatozaki —dijo terminando de abrochar los botones de su camisa.

—¿Por qué llegaste sola? ¿Y tus padres? —preguntó comenzando a tomar algunos productos de maquillaje para ayudarla.

—No pudieron traerme —comenzó a ponerse los zapatos.

Sana sabía que algo estaba pasando, es decir, ¿por qué de repente Chaeyoung se negaba a que la visitara? ¿por qué había llegado luciendo agitada y asustada?

—ChaChae, sabes que puedes confiar en mí ¿cierto? —la miró fijamente.

—No sucede nada Sana, lo sé —desvió la mirada.

La conversación terminó allí y siguieron en lo suyo. Sana ayudó a maquillarla un poco, hasta que estuvieron listas y salieron. Chaeyoung tomó el disco que le iba a regalar a Jihyo, éste estaba envuelto en una pequeña bolsa de regalo, junto a una tarjeta.

—Oye, ¿qué llevas allí? —preguntó curiosa.

—Su regalo —respondió mostrándole.

—¡Wow! ¿Uno de tus discos? Qué afortunada —rió.