Chapter 68 - Pictures & jokes.

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Chaeyoung había llegado un poco tarde a su casa, ¿cómo no hacerlo? Sí habían pasado horas desde que se había ido y había estado con Mina.

Todo su cuello tenía marcas que la chica le había dejado sin vergüenza alguna, tan sólo esperaba que su padre no la notara... No es que él la fuese a regañar por esto, sino que le daba vergüenza.

—¿Por qué te cubres? —preguntó Jeong dándole paso—. Papá está en la cocina preparando la cena.

—Eh, por nada —intentó irse, pero Jeong la detuvo.

—¡Chaeyoung! —señaló con los ojos muy abiertos.

—¡Cállate! —cubrió su boca.

El chico se zafó y comenzó a reír sonoramente.

—Y eso que sólo irías a buscar libros —siguió riendo—. Eres la pasiva de Mina.

—¡Yo no soy la...!

—¿Qué sucede? —salió su padre—. ¡Chaeyoungie! —la abrazó.

—Eh, hola papá —susurró.

—¿Todo bien? —la miró frunciendo el ceño.

—Eh, sí —asintió—. Iré a la habitación —corrió.

—Ahorita cenaremos —avisó.

Jeong aún seguía riendo bajo mientras su padre lo miraba.

—¿Qué sucede?

—¡Nada!

—Tranquilo, yo también lo ví —susurró—. Es muy obvia —rió.

Chaeyoung entró en su habitación casi corriendo y un poco sonrojada.

—Por Dios —exhaló.

Se detuvo frente al espejo notando todas las marcas que habían en su cuello. No pudo evitar sonreír con un poco de orgullo... Había sido increíble, no había manera de que se sintiera arrepentida.

Se dió un baño para así poder salir a cenar. Después que salió tomó una ancha chaqueta y se la colocó, con el fin de cubrirse más y así no ser tan obvia... Aunque creo que ya lo estaba siendo.

Se colocó la capucha y salió. Su padre y hermano la miraron raro al verla tan cubierta, pero rieron al saber la razón, aunque Chaeyoung se esforzara por esconderla.

—Hija, ¿por qué estás tan cubierta? —le sirvió la cena.

—Hace frío, papá —bajó el rostro.

—Claro, mucho frío —insinuó su hermano riendo.

Chaeyoung lo miró mal mientras éste seguía riendo.

Después que todos tenían la cena en su plato, comenzaron a comer lentamente.

—Chaeyoungie, ¿qué opinas sobre invitar a Mina a almorzar mañana? Será domingo —sonrió.

—Ella me dijo que le gustaría venir, así que sí —asintió.

—Perfecto, me encantará verla de nuevo.

—¿Podrías avisarle tú? No tengo como decirle.

—Para estos días me encargaré de comprarte un nuevo celular, no te preocupes —sonrió—. Yo le diré.

—Bien —suspiró.

—¿Cómo te sientes?

—Querrás decir, ¿cómo sigue viva? —insinuó su hermano riendo de nuevo.

—¡Jeong! —lo miró mal.

—Déjala, Jeong —regañó su padre riendo.

—Me siento muy bien, papá —suspiró—. Creo que nunca antes había sentido esa paz en mi pecho.

𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora