Chapter 40 - BamBam won the bet!

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Mina se encontraba camino a la biblioteca mientras escuchaba música y saltaba a la vez. Decir que se sentía feliz se quedaba corto a como en realidad se sentía... No podían ser halladas palabras específicas para lograr describir por completo todo lo que se estaba desbordando dentro de su pecho.

Jamás imaginó que algo así pasaría... ¡Chaeyoung le pidió ser su novia! ¡Y ella aceptó! Por Dios, si tenía un ataque al corazón ahora mismo moriría feliz, de eso se sentía segura.

No se arrepentía en lo absoluto de haber dicho que sí, todo lo contrario, se sentía en el cielo sabiendo que habían dado ese paso... Sin duda, estaban haciendo las cosas bien.

Quizás, en otro momento hubiera salido huyendo y no hubiera respondido ante la propuesta de la chica, pero ya había entendido que tomar las cosas de ese modo no la llevaría a ninguna parte.

Chaeyoung era una chica asombrosa, que le hacía bien a su vida. Desde que la conoció podía ver un antes y un después en cuanto a su estabilidad emocional, y también en la percepción que ahora tenía de todo a su alrededor.

No es que todo iba a ser perfecto de ahora en adelante, claro que no, pero si de algo estaba segura era de que lograría salir de ese abismo de persecución con más facilidad mientras tuviera a Chaeyoung a su lado.

Tan sólo esperaban que esa promesa de que estarían bien se cumpliera... Tan sólo esperemos que así sea.

Llegó a la biblioteca con una enorme sonrisa en sus labios y saludó abrazando a la propietaria, tomándola casi por sorpresa.

—¡Buenas tardes! —la abrazó sonriendo.

—Buenas tardes hija, qué sorpresa verte así de feliz —la soltó despacio—. ¿Qué te sucedió allí? —señaló su mejilla con preocupación.

—¡Nada! ¡Estoy bien! —corrió hacia el pasillo.

La propietaria la veía con el ceño fruncido y sonriendo a la vez, era primera que la veía con tal entusiasmo, y eso la alegraba.

Mina comenzó a trabajar en ese lugar a los 15 años, y ya se habían acostumbrado a verla tan cabizbaja y apática por el lugar. De hecho, se habían enterado de su intento de suicidio unos días después que ella comenzó a trabajar allí, había sido doloroso saber que una chica como Mina estaba librando batallas de tal calibre... Así que, verla así de feliz y animada era alentador y aliviante.

Mina comenzó con lo que debía hacer mientras cantaba de un lado a otro con emoción... Hasta se parecía a Nayeon.

Hablando de la chica, ésta llegó un par de minutos después.

—¡Mina! —gritó acercándose.

—¡Nayeon! —corrió y la abrazó riendo.

Nayeon puso una expresión de confusión total... Mina nunca corría a abrazarla de esa manera, y menos riendo de tal forma, pero por supuesto, esto no le molestó a Nayeon, al contrario.

—¡Estás muy feliz como yo! —exclamó saltando sin dejar de abrazarla.

—¡Lo estoy! —comenzó a saltar con ella, parecían niñas.

Se separaron aún riendo y comenzaron a organizar las cosas juntas.

—¿Cómo estás, Nay? —preguntó sonriendo.

𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora