𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘

Chapter 78 - Happiness.

Mina había pasado la noche allí, como había prometido. Se mantuvo conversando con Jeong y su padre durante las horas restantes de la noche, hasta que éstos fueron a casa para buscar algo de comer.

Por un momento se quedó dormida en la incómoda silla, su cuello dolía al igual que sus piernas, pero no lo importaba... No se iría hasta poder verla y asegurarse de que Chaeyoung estuviera bien.

Era de mañana, estaba sentada aún con los ojos cerrados, hasta que sintió como alguien se aproximó.

—Señorita.

Mina abrió los ojos un poco y lo miró expectante.

—Dígame —bostezó.

—¿Dónde está la familia de Son Chaeyoung?

—¿Por qué? ¿Qué pasó? —se levantó.

—Ella despertó.

—¿Sí? ¿Puedo verla?

—Deberían pasar sus familiares más cercanos primero.

—Sus padres fueron a buscar algo de comer. Yo soy su novia, déjeme verla —suplicó.

—¿Novia?

—Sí, ¿por qué? —cruzó los brazos.

—Podrá verla, pero sólo un momento —anticipó—. Además, trate de no hacer nada que pueda alterarla o...

—No haré nada, déjeme verla —rogó.

El médico asintió y comenzó a caminar, Mina lo siguió sintiéndose un poco nerviosa, pero a la vez aliviada de que Chaeyoung estuviera bien.

El médico empujó la puerta y le dió paso.

—Recuerde que sólo serán diez minutos.

Mina asintió y pasó lentamente.

Pudo ver a Chaeyoung en la camilla, ésta estaba con los ojos abiertos mirando hacia un lado.
Tenía un yeso en el brazo derecho, y también raspones en su cara, y parte del otro brazo.

Mina se quedó de pie allí, viéndola así y sintiéndose mal. Odiaba verla lastimada, y saber que quizás, ella había sido la responsable de esto.

Chaeyoung notó su presencia y la miró. Sonrió casi de inmediato, cosa que Mina no se esperaba.

—Minari —susurró.

Mina se quedó allí de pie sin acercarse.

—¿No quieres hablarme? —preguntó triste.

—Estás lastimada —susurró.

—Lo sé, me duele mucho la cabeza —hizo una mueca—. Tampoco tengo brazo —bromeó—. Supongo que mi rostro debe ser un desastre —rió.

—No es gracioso.

—¿No crees que luzco sexy? Ni siquiera me he visto al espejo, pero estoy segura de eso —alzó las cejas.

Mina rió bajo, y se acercó un poco.

—Lo siento mucho, Chaeng —susurró.

—¿Por qué? Estoy bien, Minari —la miró—. Sólo me atropellaron un poco —volvió a reír.

—¡Deja de reírte! —exclamó—. Estaba asustada, creí que algo te había pasado y yo... —comenzó a llorar.

—No llores, Minari —intentó levantarse, pero no podía—. Me duele todo —siseó.

—No te levantes —se acercó—. Quédate así.

—No fue tu culpa —exhaló.

—Lo fue, yo no debí hacer las cosas tan difíciles —bajó la mirada.