Chapter 47 - Confession.

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Cuatros días enteros pasaron, días en los cuales Mina y Chaeyoung no supieron absolutamente nada la una de la otra. La madre de Mina ya estaba en su casa, y estaba un poco más bajo control, esto era lo bueno.

Esos días Mina faltó al colegio, y al trabajo también... Sinceramente, esto había absorbido todo de ella, no tenía ánimo para nada, y sentía como estaba cayendo en depresión otra vez.

Chaeyoung se había enfermado, y durante esos días no salió de su habitación más que para comer migajas y ya. Seguía sin encender el celular, no quería hablar con nadie, estaba segura que las chicas estaban preocupadas por ella, pero esto le daba igual mientras no se tratara de Mina.

La chica no dejaba de pensar y pensar sobre el posible estado de Mina, quería ir y buscar saber de ella... pero ahora sentía temor de volver a acercarse y arruinar las cosas, como le había dicho.

Por otro lado, Mina había intentado contactarla durante esos días, a pesar de lo mal que aún se sentía. Estaba segura que si lograba hablar con ella y arreglar las cosas, su estado de ánimo subiría... pero Chaeyoung parecía haber desaparecido, literalmente.

Y era eso lo que la hacía sentir peor, no conocer el estado en el que se encontraba Chaeyoung le afectaba... Y más después de todo lo que le dijo y como la había tratado esa noche.

Podía comprender las razones por las cuales Chaeyoung había llamado a la policía. Ella estaba en peligro, y si no lo hacía, sólo Dios sabía hasta donde hubieran llegado las cosas... Y aunque odiara que se metieran en este asunto, estaba consciente de que si otra persona estuviera en peligro, ella hubiera hecho lo mismo.

Tan sólo esperaba que esto fuera una tribulación del momento, y que al verse todo volviera a ser lo que era.

El lunes había llegado, y se había levantado sintiéndose fatigada y desanimada, pero quería ir con la única esperanza de ver a Chaeyoung e intentar arreglar las cosas... Sabía que lo había arruinado, y no podía seguir encerrada mientras no supiera nada de ella.

Los hematomas aún eran evidente en su rostro, sabía que esto no pasaría desapercibido para nadie, pero alguna excusa encontraría, como siempre... Tampoco es que le importara lo que pensara el resto, su preocupación ahora mismo era Chaeyoung.

Casi se obligó a levantarse de la cama, cada paso que daba era pesado y carente de energía, era como si esa parte de ella apática y sin vida estuviera volviendo... ¿Acaso volvería a ser todo como antes?

Pasados los minutos salió ya lista, y con los nervios nuevamente encendidos. Se detuvo en la parada con la mirada baja, deseando que nadie la acosara con preguntas ni miradas curiosas sobre su estado.

Sacó el celular y volvió a marcar el número de Chaeyoung, como hizo durante estos días, con la esperanza de que la chica le contestara... pero al igual que los dias anteriores, la respuesta seguía siendo la misma.

Suspiró y volvió a guardarlo, si hoy no la veía, iría a su casa... Esto la estaba matando, necesitaba saber que estuviera bien.

El autobús se detuvo frente a ella y subió mirando todos los asientos esperando encontrar a la chica allí, esperándola como siempre... pero no estaba.

Todos la miraban y murmuraban al verla con tal desespero, y también por los hematomas de su rostro.

—Seguro es pandillera —murmuró alguien.

—O la golpea su novio —dijo un chico riendo.

Mina escuchó esto y decidió ignorarlos, eran unos imbéciles. Se sentó con la cabeza baja y sintiendo ganas de llorar de nuevo.

𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 ℂ𝕠𝕝𝕝𝕚𝕕𝕖 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora