Capítulo 85: La gran pelea

231 19 40
                                    

Varios pañuelos se encontraban tirados en la mesa de Eva, mientras Anne iba cogiendo cada vez uno más de la caja que allí había puesto su amiga.

―Estos pañuelos son una caca, pero bien grande, como mi vida ―y dicho esto se volvió a sonarse la nariz entre hipidos―. ¿No tienes algo más recio? Porque me voy a acabar toda la caja.

―Son más suaves para la nariz ―intervino Rafa.

Ella se encogió de hombros como respuesta y cogió otro, esta vez para secarse los ojos.

―Bueno, dinos ya qué te ocurre ―le alentó su amiga.

―Si ya lo he dicho, que mi vida es una...

―No, no, no digas eso, Anne ―dijo Eva frotándole en la espalda con su mano, a modo de consuelo.

―¿Sabéis lo que me pasa? Que iba a decirle al tío que me guasta lo que siento y va se lía con su mejor amigo. Y para colmo mi hermano ha roto con su novio. Sin olvidarme de que ahora mismo siento que no tengo donde ir y que aquí sobro ―les miró a uno y otro y negó con la cabeza―. Es que sobro, joder...

―¿Qué Gèrard sale con Flavio? ―Preguntó Rafa sorprendido.

―Nadie los ha nombrado ―protestó Anne.

―Hombre, Anne, que ya sabemos todo el mundo que te gusta Gèrard ―fue su amiga quien habló―. Aunque por fin lo reconoces tú...

―Sí, lo reconozco... Pero ya ves, eso ya no sirve de nada. El amor es una mierda ―y de nuevo cogió otro pañuelo para arrugarlo y tirarlo directamente a la mesa sin pasarlo por su rostro ni nariz.

―Creo que voy a ir a la cocina a por una bolsa para tirar todo esto ―señaló Rafa―. Así vosotras habláis más tranquilamente.

Al levantarse miró a Eva.

―Por cierto, ¿dónde tenéis bolsas en esta casa?

Eva negó con la cabeza y le indicó el lugar.

―Este chico... ―murmuró cuando Rafael se marchó a la cocina.

―Siento haber venido a interrumpir, Eva. Podría haber ido a ver a Ariadna pero tenía cena romanticona con Eli y no era plan. Y tu primo está con Hugo fuera... Si llego a saber que estabas a solas con Rafa no vengo... ―dijo cabizbaja.

―Deja de disculparte, tesoro. Eres mi amiga y ahora mismo es lo que importa.

―Ah, pero eso no tiene nada que ver, soy tu amiga que interrumpe ―sentenció ella.

―No lo haces, no te preocupes...

―Eva, sé sincera, ¡por favor! ¡Estoy harta de que todo el mundo me mienta! Mi hermano calladito con que ya no estaba con Iván y encima se estaba viendo con una bailarina... No soy ninguna tonta para que todo el mundo me tenga que mentir...

―Hay cosas más importantes que estar o no a solas con Rafa ―le aclaró ella.

―Entonces interrumpo. ¿Podéis dejar todo el mundo de mentirme por mi supuesto bien?

―No lo veas así... ―suspiró Eva.

―Ya claro...

―Pues mira sí, nos has interrumpido y estoy harta de que me interrumpan siempre. Nick llegó cuando estaba ahí en el sofá con mi novio, bueno con el que era, y luego mira cómo están, juntitos de viaje. Tú, que te encantaría acostarte con Rafa llegas cuando nos vamos a besar después de tanto tiempo deseándolo. ¿Prefieres que te diga eso? ¿Contenta?

Anne se levantó sin decir nada, pero su mirada lo decía todo.

―No olvidéis usar condón, no vaya a ser que luego le encasquetéis el niño a la tonta de vuestra amiga ―y dicho esto, Anne se marchó dando un portazo.

Eva no hizo nada para detenerla, se quedó mirando a la nada y se tapó la boca, arrodillándose en el suelo.

―¿Qué leches he hecho? ―Se dijo entre sollozos.

Sabía que la había liado. Sentía que había perdido una parte de ella, a su mejor amiga y algo dentro de sí se rompía en pedazos. Había dicho palabras hirientes, cabreada de escuchar la misma frase repetitiva por parte de su amiga. Y en el fondo había llegado a sentir que les había interrumpido. Le dolía haber llegado a pensarlo y se juzgaba a sí misma por ello. Pero más le dolía haber dicho aquellas palabras por su boca cuando en realidad no las sentía.

Rafa volvió al salón con una bolsa en la mano y miró extrañado a la joven.

―¿Y Anne? ¿Ese portazo ha sido ella?

Eva asintió cabizbaja, sin ganas de explicar lo que había sucedido.

―¿Os habéis peleado? ¿Qué ha pasado, Eva? ―Rafa se arrodillo junto a ella y le dio un abrazo, sin embargo, ella lo apartó.

―Quiero estar sola, Rafa... No tengo ganas de hablar de lo que ha pasado. He sido muy cruel con mi amiga, ¿vale? Y la he perdido por decir cosas sin sentido...

Él intentó volver a abrazarla pero ella le detuvo antes de que lo hiciera.

―De verdad, quiero estar sola...

Ydicho esto, el joven asintió y se marchó de allí, preocupado por Eva ysintiendo que no había podido hacer nada por animarla.


_________________________________________________________________________

¡Hola! Ya estoy de vuelta también con La teoría del Ivo.

Y retomamos fuerte, ¡con una pelea! Me ha dado cosita escribirla la verdad...

¿Qué os ha parecido el capíutlo? ¿Se reconciliarán? ¿Por qué bailarina habrá dejado Cesc a Iván?

¡Todo esto y  mucho más, en los próximos capítulos! ¡Espero vuestros comentarios!

La teoría del IvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora