La teoría del Ivo

Capítulo 78: Al descubierto

La casa de Andrea se había llenado desde bien temprano, haciendo que mirase con cara de reproche a su hija antes de marcharse a trabajar.
―¿Se puede saber qué hacéis aquí? ―Preguntó Ana Julieta cuando su madre se fue.
―¡Venimos a cantarte las cuarenta! ―Exclamó una indignada Anne de brazos cruzados.
―A nosotros nos ha arrastrado ella hasta aquí ―se justificó Rafa señalándose a él y a Eva.
―Y a mí, mi hermano ―añadió Javy.
―Ajá, ¿y se puede saber qué es lo que queréis? ―Les interrogó―. ¿Por qué me tienes que cantar las cuarenta?
―¡Por hacerte pasar por alguien y mentir a Hugo! ―Exclamó Anne.
―¿Qué es tanto jaleo? ―Preguntó Samantha con el pijama puesto y un moño a medio hacer.
―Ahí tienes a la que le tienes que cantar todo lo que quieras ―le señaló Anajú.
―¿Cómo? ―Anne preguntó extrañada.
―Que mi amiga Sam se ha estado haciendo pasar por mí durante un tiempo sin que yo me enterase.
―Sabes que tiene una explicación todo esto, lo hice por ayudarte…
―Y dale… ―bufó Anajú―. No necesito ese tipo de ayuda, amiga.
―Claro que sí, sabes que era la mejor manera de conquistarle.
Las miradas se centraron en las dos chicas. Los allí presentes esperaban con ansias saber cómo seguiría desarrollándose la conversación de ambas. Mientras hablaban, Anne había decidido llamar a Hugo. Ya había quedado con él y su plan inicial era el de enviarle un mensaje cuando el joven tuviera en mano su teléfono. Lo que no esperaba era encontrarse con aquel percal. Al cabo de un rato de que la llamada con Hugo se produjera, el portero sonó. Fue Flavio quien informó de quién se trataba.
Cuando Hugo llegó se encaminó directamente al lugar donde Ana Julieta se encontraba sentada.
―¡Me has decepcionado! ―Exclamó señalándola con el dedo―. ¿Cómo has podido?
―¿Tú también? ¿Puedo explicarme?
―No, Anajú. Confiaba en ti y ya veo que no puedo. Dame el billete, por favor.
―También quería hablarte de eso.
―No quiero hablar, necesito ese billete de tren inmediatamente. Voy a llegar tarde ―protestó―. Como comprenderás no voy a irme de viaje contigo después de lo que me has hecho.
―Te iba a decir que no iba a ir a ese viaje… ―murmuró ella abriendo un cajón y tendiéndoselo―. Pero al menos déjame explicarte las cosas cómo son en realidad.
―¡No necesito ni quiero saberlo!
―¡Una duda! ―Exclamó Eva―. ¿Entonces te vas con Nick?
―¿Cómo lo…?
―Tampoco es tan difícil de entender… ―pero Eva no pudo proseguir porque él la interrumpió.
―Da igual, nos vemos. Y tú y yo, ya hablaremos ―dijo mirando a Anajú seriamente―. Pensé que eras mi amiga ―negó con la cabeza y se marchó.
El silencio inundó la habitación hasta que Samantha lo rompió.
―No te preocupes, amiga, cuando vuelva haréis las paces y os liaréis ―dijo dándole con la mano en la espalda.
―¡Y dale! ¡Que no me gusta Hugo!
―Venga ya, eso no te lo crees ni tú, Anajú. Da igual las veces que me lo digas, no te voy a creer. Si te pasabas los días hablando con él por privado. Tenía que darte un empujoncito. Lo que tendrías es que darme las gracias.
―Uno, he hablado varias veces con Hugo por mensajes privados, ¿y? ¿Qué tendrá eso que ver? ¿Por eso ya me tiene que gustar? Además, ¿si me gustase crees que la mejor manera es hackear mi móvil y hacerte para por mí fingiendo a la vez que yo soy alguien que a saber quién es? ¿Alguien le ve lógica a todo esto? A parte de Samantha, claro ―aclaró cuando vio a su amiga a punto de hablar.
―Pero…
―Voy a tomar el aire ―la chica se levantó de pronto del sofá y se encaminó hacia la puerta del salón.
―Espera, voy contigo ―dijo Javy levantándose tras ella.
Ambos bajaron sin articular ninguna palabra. Fue Javy quién primero habló tras un rato en silencio.
―Siento que todo esto es mi culpa…
―No, Javier, es de Sam. ¿A qué viene esto de autoinculparte?
―A que es verdad… Te pedí que me ayudases para ver cómo estaba la cosa con mi hermano y Eva e intentases averiguar a través de Hugo. Y luego para saber qué pasaba con Nick y él… Es mi culpa ―se señaló.
―Lo hice porque me dio la gana, ¿entendido?
―Ya pero si tú no me hubieras hecho caso, Sam no hubiera pensado lo que no es.
―Hablar con un amigo, eso es lo único que he hecho. Y ayudar a otro amigo. Así que si vas a seguir autoinculpándote injustamente, puedes subir. O bueno, marcharte, lo que quieras. Quiero estar sola ―la chica tenía lo ojos bañados en lágrimas.
Javy la abrazó con fuerza y ella le devolvió el abrazo.
―No lo dirá más veces ―murmuró él.
―Ayer quedé con él para decirle la verdad cuando me había enterado de que había hecho Samantha. Te juro que se lo iba a decir ―dijo entre sollozos aún abrazada a él―. Pero entre que no sabía cómo decírselo y que se estaba bien hablando tranquilamente… ¡Joder, soy horrible!
―No lo eres, Anajú, no lo eres.
―Lo soy, lo soy.
―Oye, una pregunta, ¿a ti te gusta Hugo? ―Preguntó él cuando se despegaron del abrazo.
―¿Qué? ¡Claro que no! Además, ya te dije que no creo en el amor.
Javy le secó las lágrimas con los pulgares.
―Pero no quiero perder su amistad ―murmuró ella.
―Tranquila, no la perderás. Cuando vuelva del viaje con Nick, podréis hablar tranquilamente.
―Ojalá… Oye, no sé cómo te sentará a ti lo de Nick de viaje con Hugo ―cambió Ana Julieta de conversación.
―Oye, pareces Sam cuando insiste creyendo que te gusta Hugo.
―Lo preguntaba como amiga, ya me dijiste que no te gustaba, ¿o me mentiste?
Javy se quedó pensativo antes de responderle.
―Más o menos ―dijo agachando la cabeza―. Puede que en algún momento sintiera algo hasta que apareció alguien más en mi vida. Pero ambos amores son imposibles. El primero porque directamente ya solo siento amistad y no fue un sentimiento fuerte en el aspecto amoroso. El segundo amor, porque es una persona que no cree en el amor. ¿A que soy un pringado en el am…? ―Javy no tuvo tiempo a terminar de formular la pregunta, ya que la joven, de forma repentina, le besó.

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¡Hola!
Nuevo capítulo antes de lo esperado
Por ahora no subiré el vídeo como siempre. Estoy con datos un tiempo y no sé cuánto gastaré (pero lo sigo escribiendo en Word)

Pues ale, ya se sabe quién fue y por qué. ¿Os lo esperabais?

Por otra parte, uyy, el final del capítulo 🙊
¡Nos leemos!