Capítulo 53: Cambio de habitación

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Nick y Hugo se encontraban escuchando algo en el móvil del segundo. Ambos compartían cascos. Cuando Javy y Rafa entraron a la habitación, Hugo se quitó el auricular rápidamente, cortando antes aquello que escuchaban.

―Ey, Rafa ―saludó aún sentado en el suelo.

Nick se levantó de inmediato y saludó al nuevo invitado con dos besos. Fue Rafael el que se acercó a su amigo, poniéndose de cuclillas frente a él.

―Mírale, él. Que chulo el pijama de ositos ―dijo arremolinándole el pelo.

Hugo sonrió y le dio un abrazo a Rafa, para alivio interno de Javy.

Los cuatro se volvieron a sentar, aunque esta vez Rafa se acomodó al lado de Hugo, y Nick frente al recién llegado. Poco rato llevaba allí cuando alguien tocó a la puerta. Después de que Nick diera paso, asomó la cabeza de Maialen con media sonrisa.

―Holi, sardinitis, ¿podemos pasar? Venimos a saludar a Rafa y daros las buenas noches ―dijo con una gran sonrisa para después entrar seguida del resto.

Eva se quedó un poco apartada, algo incómoda ante aquella situación, al menos al principio, ya que Maialen le cogió del brazo e hizo que se acercase más a los chicos. Fue Rafa quien primero la saludó con dos besos. Cuando esto sucedió, se sintió aliviada.

―Anda, ¿y ese pijama de osos? No te lo había visto antes ―dijo Eva mirando a Hugo―. Siempre te he visto con pijamas más serios.

―Yo hoy es la primera vez que se lo veo ―corroboró Rafa.

Nick miró a ambos extrañado por lo que estaban diciendo.

―¿En serio nunca se lo habíais visto? ¡Si se lo pone un montón! ―Dijo un Nick sorprendido.

Maialen escudriñó con la mirada a Javy, quien miraba de reojo a Nick y Hugo. La joven asintió y bostezó.

―Yo creo que nos deberíamos ir para la habitación de Eva, ¿no, chicas? ―Animó Mai.

Y así hicieron, no sin antes despedirse de los allí presentes. Poco después alguien volvió a llamar a la puerta.

―Sabía yo que volverían... ―sentenció Javy antes de que Nick hiciera pasar a quien hubiese fuera.

Sin embargo, Javy se equivocaba, ya que se trataba de Vicky.

―Ey, chicos, ¿todo bien? Les he comentado también a las chicas. Sois muchos y por si os queréis ir a mi habitación y yo me vengo aquí. Allí podéis dormir dos en la cama y dos en el suelo con esas camas raras que hacéis los jóvenes de hoy en día.

―Vicky, que tampoco eres tan mayor ―comentó Nick.

―Esa no es ahora la cuestión, creo que se me ha entendido. Al caso, las chicas me han dicho que Mai dormiría en el sofá pero que las otras se distribuían bien así. ¿Qué os parece?

―Bien, yo creo que caben ―señaló Rafa―. Además, Anne se ve que se amolda bien, fijo.

―Me refiero a qué os parece mi propuesta. Yo duermo en la cama de Nick y vosotros en mi habitación.

―Por mí bien ―afirmó Javy.

―Pero si cabemos bien aquí ―fue la respuesta de Hugo, quién se encogió de hombros―. Lo mismo cabemos hasta los cuatro en la cama de Nick.

―Vicky, ni caso a este. Está bien, dormimos allí ―confirmó Nick, y no recibió ninguna réplica por ninguno de los allí presentes.

Cuando los chicos salieron de la habitación para dirigirse a la de Vicky, se toparon con Mai en el salón, acomodando bien el sofá para acostarse allí.

―¡Buenas noches, sardinitis! ¡Soñad conmigo! ―Les dijo arrodillada en el sofá.

Los chicos se despidieron y se adentraron a la habitación.

―Bueno, ¿cómo nos distribuimos? ―Quiso saber Rafa mientras ayudaba a Nick a poner la improvisada cama en el suelo.

―Pues si queréis, yo duermo con Nick y tú con Hugo ―propuso rápidamente Javy.

―Yo digo que mejor los hermanos durmáis juntos ―objetó Hugo tirándose en plancha en la cama que hacían.
―¡No la destroces! ―Exclamó Rafa.

―Eso, que para una vez que mi hermano se digna a hacer algo ―se burló Javy llevando un par de cojines para que sirvieran de almohada―. Entonces, qué, Nick, ¿dormimos aquí tú y yo?

―Vosotros tres distribuiros como queráis que yo me cojo la cama ―sentenció Rafa―. Que para algo he trabajado ―y dicho esto se fue hacia la cama y se tumbó en mitad extendiendo los brazos y las piernas.

Alguien llamó a la puerta, y Rafa le dio paso de inmediato. Se trataba de Eva.

―Chicos, ¿todo bien por aquí? ¿Necesitáis algunas sábanas? ¡Rafa! Tú solo ahí no duermes, dejando a estos en el suelo. Hazle hueco a tu hermano ―negó con la cabeza.

―No necesitamos nada, prima. Y no te preocupes, Javy ya se va a la cama, ¿verdad, Rafa? ―Habló Nick.

―¡Por fin os habéis decidido! ―Resopló Rafa―. Llevan horas para ver quien duerme conmigo. Al final soy yo el único que duerme solo en esta casa.

Javy y Eva estallaron en risas. La joven negó con la cabeza.

―Dramático lo llamaban... Anda, descansad, que por si se os olvida, mañana es lunes y son ya las dos de la mañana ―dicho esto, les tiró un beso y se marchó.

Javy se tumbó junto a su hermano con resignación, haciendo que este le dejara la mitad de la cama.

―¿Tanto te apetecía dormir en el suelo? ―Preguntó Rafa.

―No, lo que no me apetece es dormir contigo ―se burló.

De pronto Hugo se subió a la cama y se tumbó en medio.

―¡Ala, tío! No nos pegues calor ―se quejó Rafa―. Eras el primero que quería dormir en el suelo...

―Solo venía a daros un beso de buenas noches ―dijo haciendo un puchero.

―Qué bonita estampa familiar ―se burló Nick sentándose en la cama improvisada―. Hace poco tiempo, ahí mismo estaban Mammen y Capde y ahora estáis sus hijos ―dicho esto recibió un cojinazo de uno de los tres, pero no supo de quién, pues no llegó a darle tiempo a verlo.

―¡Ahora te vas a enterar, eh! ―Exclamó Hugo―. Te va a cagar con un ataque de cosquillas ―sentenció.

Nick le mostró el dedo corazón y se volvió a tumbar.

―Bueno, chicos, a lo que venía, buenas noches ―dio un beso a cada uno en la cara y se fue de vuelta a donde iba a dormir.

―Ni se te ocurra hacerme cosquillas, te lo advierto ―dijo Nick dándole la espalda cuando la luz fue apagada.

―No te iba a hacer cosquillas, solo te iba a dar las buenas noches ―le susurró cerca del oído, abrazándole por la espalda.

―Buenas noches, entonces ―murmuró Nick.

Hugo le dio un beso en la mejilla y el otro giró la cara para devolvérselo.

―Buenas noches ―Hugo se alejó un poco de él tras escuchar un fuerte ronquido de Rafa, pero quedándose frente a su espalda, sin darse la media vuelta.

Eran observados por Javy, quien negó con la cabeza antes de cerrar los ojos.

La teoría del IvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora