Capítulo 86: El sigilo de Anne

226 17 47
                                    

Mammen abrió la puerta a Anne justo antes de marcharse a trabajar. La joven se quitó los zapatos y caminó de puntilla y agachada hacia la habitación de Nick. Lo hizo lo más rápido que pudo. La tía de Eva le había dicho que su sobrina no estaba, y aun así, prefirió hacer aquellos movimientos por si, la que había sido su mejor amiga hasta aquel momento, salía de su habitación sin que su tía supiera que se encontrase allí.

―¿Por qué andas así? ― Preguntó Nick saliendo del cuarto de baño.

―Por si tu prima está en casa ―susurró ella incorporándose para abrir la puerta de la habitación de su amigo.

―No está ―respondió él encogiéndose de hombros sin comprender el porqué de aquella actitud.

Él siguió a la joven y se adentró en su habitación, cerrando tras de sí. Anne se tumbó en el suelo y apoyó las piernas en la cama de Nick. El joven la imitó haciendo lo mismo a su lado, cogiendo dos cojines: uno para ella y otro para él.

―Y bueno, ¿qué tal el viaje?

Nick suspiró ante la pregunta.

―Antes de hablar de eso, dime que te pasa con mi prima.

―No quiero hablar de ella ―dijo seriamente―. Ayer se pasó tres pueblos conmigo, me dijo cosas horribles.

―¿Quieres que hable con ella? ―Sugirió Nick.

―No, no quiero. Eso no cambiará nada de lo que hizo.

―Seguro que lo arregláis, ¿qué pasó?

―Nick, no quiero hablar de eso. Quiero que me cuentes sobre tu viaje con Hugo. Me han pasado muchas cosas estos días y necesito desconectar ―le pidió ella.

―¿Qué te ha pasado? ―Preguntó preocupado.

―Ya te contaré, déjame desconectar un poco, por favor... ―la mirada de ella hizo que Nick esperase a que se sintiese preparada para hablar del tema.

―Está bien, cuando tú quieras me cuentas, no te preocupes... ―le animó él y ella asintió con una sonrisa―. Pero mi viaje no tiene nada interesante ―suspiró el chico.

―¿Nada interesante? Uy, tú resumes mucho las cosas ―dijo alzando una ceja―. No quiero que me cuentes los detalles tampoco de lo que hicisteis, pero cuéntame por encima algo, anda... ―le dio con el codo.

―Es que es verdad lo que te digo, Anne, no hay mucho que contar ―se encogió de hombros―. Digamos que Hugo tenía un cartelito en la frente en letras grandes y yo miré hacia otro lado.

―¿Cómo? ―Preguntó ella algo confusa.

―Que se me insinúo varias veces. Bueno, no solo eso, estuvimos a punto de besarnos otras tantas y lo evité ―se tapó los ojos con las manos.

―¿Me estás diciendo que te has ido con el tío que te gusta de viaje, que él ha dado un montón de pasos y tú le has hecho la cobra y has pasado de él? ―Anne se sentó de inmediato en el suelo y lo miró negando con la cabeza.

―Ehm... Eso mismo ―dijo él con las manos aun tapándole la cara.

―Eres de lo que no hay. Al final te va a pasar lo que a mí. Pero es que tú encima lo tenías a huevo, tío.

―No quiero que me regañes. ¡Tengo motivos para haber actuado así!

―¿Motivos? ¿Cuáles? ―Ella se cruzó de brazos mirándole con el ceño fruncido.

―Bueno, por una parte parece todo como si fuera un sueño y me aterra estar confundiendo las señales.

―Ah, confundir las señales... Que eso de que estuvierais a punto de besaros era una confusión de señales, que lo mismo él lo que quería era escupirte en vez de esculpirte. ¿Qué? ¡No me mires así! No se me ocurría otro ejemplo, porque has dicho algo sin sentido.

―No te he mirado de ninguna forma.

―No, pero lo ibas a hacer ―sentenció ella.

―El otro motivo es el que ya sabes... No le he dicho aún que soy quién lleva su club de fans y no quiero mentirle. Pero decirle la verdad es difícil, ¿y si se enfada? Porque al final le he mentido todo este tiempo...

―Un momento, para el carro. ¿Cómo que él no lo sabe?

―No, no se lo he dicho. Él me contó que descubrió que Anaju no era pero no me atreví a decir la verdad. Es que se va a enfadar y con razón. ¡Llevo mintiéndole todo este tiempo!

Anne se llevó las manos a la cabeza y suspiró.

―Nick, me acabo de acordar que tengo que hacer una cosa. ¿Podemos seguir esta conversación mañana?

―¿Así de pronto? ¿Te estoy contando algo importante y de pronto te tienes que ir? ―Nick parecía confuso ante el repentino cambio de su amiga.

―Sí, es que me ha venido ahora a la cabeza, mientras hablábamos. Pero sí te digo algo, no dejes pasar las oportunidades porque un día, cuando quieras tirarte a la piscina, será demasiado tarde ―afirmó mientras se ponía en pie―. Hablamos después, ahora tengo que... bueno hacer unas cosas ―y tras despedirse, se marchó con el mismo sigilo con el que había llegado.

___________________________________________________________

¡Hola! Ya está aquí un nuevo capítulo de La teoría del Ivo.

¿A dónde habrá ido Anne?

¿Durará mucho su enfado con Eva?

¡Todo esto y mucho más, en los siguientes capítulos!

Se agradecen los comentarios (me estoy poniendo al día y respondiendoos).

También quería deciros que he retomado el otro fic de OT: Avenida Ivo, número 3, por si queréis echarle un ojo.

¡Nos leemos!

La teoría del IvoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora