Rey Oscuro.

XXII.

Ni Naruto, ni Fairy Tail me pertenecen. Todo derecho es de sus respectivos dueños.

Empecemos...

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La tierra tembló, rompiéndose en decenas de pedazos. La columna de luz negra proyectada hacía el cielo, vacilo por un momento, para luego estallar con furia.

Los animales dejaron sus hogares y huyeron despavoridos cuando el retumbar inicio.

Pronto todos veían impresionados la enorme estructura que se exhibía delante de ellos.

Nirvana había despertado.

- ¡Por fin! ¡Ya es mío! ¡El arma definitiva para destruir la luz! ¡La solidaridad y la confianza, las armas más poderosas de los gremios legales, quedaran neutralizadas a partir de ahora!- gritaba eufórico Brain en el centro de la maquina.

Una mano se sostenía como podía del suelo evitando una caída de decenas de metros. Erza jadeo sintiendo sus dedos sucumbir lentamente al cansancio.

- Erza- susurro Jellal que era sostenido por la pelirroja evitando que caiga.

- Deshazte del campo mágico de autodesintegración de tu cuerpo- ordeno Erza-. Tienes el deber de vivir. Por muy repugnante y débil que seas, esfuérzate al máximo por sobrevivir-

- Yo... no he logrado detener el Nirvana- dijo arrepentido Jellal escondiendo su mirada-. Todo termino-

- No aún no- exclamo Erza observando como de una de las patas de la maquina Natsu, Gray y Lucy escalaban.

El pedazo del suelo en el que Erza se sostenía se rompió dejando a ambos magos caer al vacío.

Una mano sostuvo la de Erza evitando la caída.

- Maldición, ¿cuantas veces tendré que salvarte?- sonrió burlón Naruto viendo a la maga.

- ¿Quien sabe?- contesto Erza sonriendo.

Ambos se quedaron observandose y sonriendose.

Aplicando un poco de fuerza Naruto subió al par de magos hasta el suelo seguro. Pronto el ambiente se quedo en silencio, Naruto solo estudiaba al peliazul enfrente suyo.

- Tranquilo- dijo Erza tomando la mano de Naruto-. No es el Jellal de antes, perdió la memoria-

- Eso no significa que sus pecados se hayan borrado- contesto Naruto sintiendo el apretar de la mano de la maga.

- Ya lo sé, por eso vivirá y pagara por ellos- exclamo seria.

Naruto chasqueó dejando salir ese sonido particular de su boca. Respiro profundamente, calmandose un poco. Vaya hipocresía.

¿Quién era él para hablar de pecados? Sus manos estaban manchadas de sangre igual que las de Jellal. Dejo salir una risa sarcástica.

- Esta bien. Hay que irnos, hay que averiguar como detener esta chatarra- exclamo Naruto empezando a caminar dejando atrás la calidez de la mano de Erza-. Tu ayuda nos vendrá bien, Jellal-

¿Quien sabe? Capaz en algún futuro Jellal sería un gran aliado y amigo.

Dejando sus pensamientos Naruto río levemente. ¿Jellal ser amigo suyo? Eso era imposible, ¿verdad?.

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Un rugido se escucho a lo largo de todo el Nirvana.

- ¡Mis oidooos!- grito Cobra cayendo impactando contra el suelo.