Rey Oscuro.

XXXV.

Este capitulo a mi parecer es el más épico que he escrito hasta ahora. Es mi opinión, claramente.

Es un capítulo más largo de lo normal, espero que lo disfruten.

Ni Naruto, ni Fairy Tail me pertenecen. Todo derecho es de sus respectivos dueños.

Empecemos...

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- ¡Pica-sama!- fue el grito de varios soldados a ver el brazo derecho del gigante romperse.

- ¡No dejen pasar a ninguno!-

- ¡Se dirigen hacía el castillo!-

Decenas de soldados comenzaron a rodear al grupo pero no podían hacer nada.

- Ice make: Libélula- varias libélulas salieron disparadas contra los enemigos.

- Colmillo blanco- exclamo Eve soltando nieve en forma de colmillo venciendo a varios soldados.

Pica volvió a golpear usando su otro brazo lastimando a enemigos y aliados por igual.

- ¡Esa cosa es una molestia!- dijo Racer corriendo y dejando inconsciente a sus enemigos.

- ¡No llegaremos al palacio si no lo detenemos!- exclamo Hoteye a los demás.

- ¡Miren!- menciono Hajrudin señalando el brazo del otro gigante.

Se podía ver como Naruto, Jellal, Cobra y Jura corrían subiendo por la extremidad. Pronto los ojos de Pica los observo.

- ¡Rey Oscuro!- musitó el agente de Doflamingo regenerando su brazo perdido.

Antes que pudiera atacar, Naruto había saltado hacía su cara.

- Técnica secreta de Dragón Slayer: Devorador de la Oscuridad-

Un gran ataque oscuro destruyo la cabeza de Pica.

Naruto volvió a caer frente al grupo siguiendo el camino. Delante de ellos, una figura comenzó a salir de la roca.

- Finalmente muestra su verdadero cuerpo- exclamo Jellal.

Pica alzo su espada dispuesto a decapitar al trío. De un solo movimiento, los tres esquivaron el ataque.

Sin mirar atrás siguieron su camino molestando a Pica, que cargo devuelta atacando por la espalda.

- ¡Me adelantaré!- exclamo Naruto.

- ¡Si! ¡Déjamelo a mi!- dijo Jura deteniendo la estocada con un muro de tierra.

- ¡Jura, te lo encargo! ¡Yo iré a patearle el culo a Doflamingo!-

- ¡Entendido, Naruto-dono!-

- ¡Tengo asunto pendientes con Rey Oscuro! ¡Apártate!- exclamo Pica.

- Naruto-dono no tiene nada que tratar con un pedazo de piedra como tú. ¡Tendrás que conformarte conmigo, cretino con voz de soprano!- sonrío el mago santo.

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Debajo de todo, en la superficie, todos miraban como Pica se había quedado quieto.

- ¡Se detuvo! ¡Es nuestra oportunidad!- grito Lyon.

Los magos avanzaban sin dificultades por el camino, ninguno de los soldados de Doflamingo eran rivales.