LI.

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Ni Naruto, ni Fairy Tail me pertenecen. Todo derecho es de sus respectivos dueños.

Empecemos...

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Varios días después.

Naruto suspiro levemente mientras se sentaba en su trono. Hoy había llegado a Asgard, simplemente para ser recibido por los gritos y vítores de alegría de la gente del reino. Su mirada se puso triste, la pequeña Sif, se había enterado de la muerte de su madre. Recordaba los gritos y llantos de la pequeña, su reacción le había roto el corazón. Ahora se encontraba siendo consolada por Jellal, ambos compartiendo un momento padre e hija.

- ¡¿A donde está?!- fue el grito que se pudo escuchar a las afuera de la sala.

Naruto reconoció la voz y empezó a temblar de miedo.

- Mi momento ha llegado- expreso el rey mirando hacia el cielo.

La puerta fue destrozada de una patada dejando pasar a la sombra. Era una mujer hermosa, su color de pelo era un plateado al igual que la luna, vestía con un simple traje. Y sus hermosos ojos brillaban con furia.

- ¡Hola, Rossweisse-chan!- saludo Naruto-. Ha pasado tiempo-

Naruto tuvo que esquivar una espada que se clavo aun lado de su cabeza.

- ¡Estas loca! ¡Por estas cosas no consigues novio!- dijo el rubio.

Su comentario solo hizo enojar más a la chica.

- Cuatro meses, casi cuatro meses afuera. ¿Sabes cuanto papeleo tuve que hacer por tu culpa?- exclamo Rossweisse-. ¡Por tu culpa no tengo tiempo, por eso, no puedo conseguir novio!- grito enojada llorando.

Una paliza más tarde.

Naruto se frotaba el trasero, la chica se había vuelto más fuerte, para su desgracia.

- Ya esta lista- exclamo seria Rossweisse.

La actitud infantil de la chica había cambiado. Naruto también se puso serio, irguiéndose en su trono.

- La habitación fue terminada hace un mes, todos los sellos de gravedad funcionan de maravilla- informo la mujer con varios papeles en su mano-. En cuanto a los otros aspectos del reino, todo va increíble. Hemos cerrados tratos con diferentes reinos, nuestra tecnología es una, sino la mejor, de todo el continente- exclamo la mujer.

- Rossweisse, bien hecho- expreso Naruto levantándose-. Toma unas vacaciones-

- ¿Enserio?- pregunto feliz la chica.

- Si, te lo mereces-

- ¡Kyaaa! ¡Eres el mejor, Naruto-sama!- menciono Rossweisse lanzándose a abrazar al rubio.

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1 mes después.

Naruto se encontraba en la habitación de entrenamiento, una habitación compuesta de sellos de gravedad. Capaz de aumentar la gravedad hasta cien veces, máxima capacidad de la habitación. Sin embargo, ahora no estaba activa, debido al que el rubio no estaba solo.

Chelia sintió el aire abandonar sus pulmones cuando su maestro le acertó un golpe en el estomago. La pequeña maga rodó por el suelo hasta estrellarse en la pared.

- (Me deje llevar y golpee más fuerte de lo que esperaba)- pensó Naruto.

La maga de Lamia Scale había llegado hace dos semanas atrás. Chelia había decidido pasar dos semanas en Asgard, entrenando, y otras dos en el gremio, así comenzando una rutina que duraría meses.

Rey Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora