Tú, mi sol

Capítulo 29

Llego a la cafetería y saludo a los que están en su turno, Ramón me informó que no estaría aquí ya que tenía asuntos que atender, no me importó que se ausentará ya que sabía que nos las podríamos arreglar muy bien; camino hasta la sala de empleados y cierro con llave, no quiero que nadie me interrumpa al momento de abrir la caja.

A veces siento que no puedo con todo esto, he pensado llamar a Fernando y decirle que no puedo, que la idea de Sonia fue un error y que no podría hacerme cargo de la cafetería; pero sé que es el miedo que invade mi ser en esos momentos y es ahí cuando tienes que demostrarte a ti misma y a los demás que eres capaz de lo quieras si te lo propones.

Voy hasta la caja, la agarro y voy a sentarme al sofá para tres, coloco la caja en el suelo mientras que me siento, doy un largo respiro para luego suspirar, es cierto; es tiempo de soltarla. Abro con cuidado la caja y me encuentro con cinco sobres, ninguno tiene destinatario. Los agarro y abro el primero, son fotos con mi abuela; el segundo contiene fotos con mi madre; el tercero son fotos conmigo y con James y hasta con mi padre; al abrir el cuarto no puedo evitar sonreír es una tarjetita en la que se puede leer con letra clara: "El chocolate alivia todas las penas del corazón, y si no funciona, igual es delicioso".

Por último un sobre que ya parece que tiene algunos años, lo abro con delicadeza y al sacar lo que parece una carta que también debe tener años guardada la observo con cuidado, la desdoblo de la misma manera y observo la delicada letra que está perfectamente legible; me acomodo en el sillón para empezar a leerla.

26 de septiembre de 1997.

A una persona muy importante para mí,

Hola, me alegro que estés leyendo esto, ya que significa que al menos conocí a alguien tan especial que se merece leer esto, escribo esto a una persona joven, y viene de una muchacha de veinte cinco años, la entregaré en unos veinte o tal vez hasta más años tarde, yo ya estaré vieja pero quiero entregar unos pequeños consejos de parte de la yo de veinticinco años; así que empecemos.

La vida, ¿qué es la vida? En mi corta experiencia he entendido que la vida a veces te va a sacudir hasta donde no des más y te van a hacer daño, hasta donde no des a más y aunque quieras, no lo puedes evitar; pero ten calma, a veces sirve que te lastimen para que te des cuenta de algunas cosas, para que puedas soltar todo lo que te hace daño y puedas florecer nuevamente, con más brillo y menos espinas en tu corazón, además, el dolor es una muestra de que estamos vivos.

Permítete sentir, ya sea dolor, furia, tristeza y cuantas emociones negativas tengas, porque si las acumulas será peor; tampoco te prives de la felicidad, ella está esperando por ti, hoy estás pero mañana no se sabe, así que deja de pensar en qué pasará mañana y vive el hoy, aprecia cada momento y a las buenas personas que aparecen en tu vida, esas personas que están para ti siempre, son las que debes conservar en tu vida.

Yo considero a la vida como un carrusel, que da vueltas y vueltas sin parar. De pequeño parece muy divertido; pero conforme vas creciendo te aburre porque lo único que hace es dar vueltas y llega un momento en el que sí, decide parar, pero por favor no apresures ese momento. Porque en el trayecto suben y bajan diferentes personas que llegan a tu vida por un motivo y se van a otro carrusel cuando es hora de irse, otros se quedan y otros pues simplemente es que su pase ha terminado, pero todo tiene un sentido y un motivo, tal vez no siempre lo verás pero te aseguro que nada pasa porque sí.

Así que vive, vive al máximo cada momento de tu vida, lucha por tus sueños y nunca te rindas, si te di esto es porque creo que llegarás a lograr tantas cosas buenas y hermosas, cuídate mucho y ama sin miedo, porque el amor sana. Espero nunca pierdas lo que te caracteriza a ti, en el mundo hay muchas personas que han perdido eso por miedo, yo no quiero que eso te pase.