Capítulo 35

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Luego de esa declaración el ambiente ya no fue tan tenso, él mismo cambió de tema para que no tuviera que preocuparme. Llegamos a la casa de sus tíos y Carlos se ocupó de llevar el pastel mientras yo me acercaba a James que estaba en su moto esperándome.

-¿Entramos? –le pregunto al estar frente a él.

-¿Todo bien o le parto la cara? –pregunta James a lo cual ríe.

-Tranquilo hermanito, todo está bien –respondo- vamos adentro.

Entramos a la casa donde había un montón de niños corriendo de aquí a allá, de pronto veo a la tía de Carlos y decido ir a saludarla.

-¡Cristina, que gusto verte! –dice entusiasmada la señora Lucía.

-Gracias a ustedes por invitarme –respondo cortésmente para luego voltear a ver a mi hermano- él es mi hermano James, ella es la señora Lucía, la madre de Sofí.

-Por favor, pueden decirme Lucía –dice sonriente- un placer conocerte James.

-El placer es todo mío –contesta mi hermano depositando un beso en la mano de Lucía.

-¡Emilia! –grita Lucía haciendo un ademán a alguien para que venga donde nosotros, de pronto una mujer de unos treinta y algo aparece junto a nosotros- te presento a Cristina y a su hermano James, ella es Emilia; la madre de Carlos.

-Así que tú eres Cristina Aguilar, un placer poder conocerte finalmente –dice dándome una sonrisa para luego abrazarme- también es un gusto conocerte a ti.

-El gusto es mío, señora Emilia –respondo amablemente.

-Es un placer conocerla –dice James mientras imita su acción anterior con la mano de la señora Emilia.

-Puedes llamarme Emilia con total confianza –me contesta mientras me obsequia una sonrisa- ¿has visto a Carlos?

-La última vez fue cuando bajó el pastel del auto –respondo tranquilamente.

-Oh en ese caso ha de estar cambiándose, nos vemos luego chicos –dice amablemente para luego irse, Lucía también se despide de nosotros y entonces veo a mi amigo rubio con mi mejor amiga, le hago una seña a James para que me siga y ellos al verme me sonríen.

-Estás viéndonos como novios oficiales –dice alegremente Eliot.

-¡Muchísimas felicidades chicos, me alegro por ustedes! –Exclamo con una sonrisa- solo que necesito robarte a tu novia por unos minutos.

-Cuídala bien –dice Eliot para luego soltar de la mano a Anaí la cual tomo de inmediato y la llevo a un lugar apartado.

-¿Qué pasa, Cristi? –pregunta preocupada Anaí.

-Carlos me dijo que le gustaba –suelto de un solo lo más bajo que puedo.

-¡Al fin te lo dijo! –exclama Carolina detrás de nosotras.

-¿Lo sabías? –Pregunto confundida- por cierto, Carolina ella es mi amiga Anaí y ella es la prima de Carlos.

-Fue fácil darme cuenta, a pesar de que solo lo conozco desde dos años y medio no es tan difícil darse cuenta –responde Carolina tranquilamente- un gusto conocerte Anaí.

-Igualmente –responde amable mi mejor amiga.

-¿Cómo que lo conoces solo dos años y medio? –pregunto confundida.

-Esas explicaciones las doy yo, Carol –dice una voz detrás de Anaí y de mí, ¿acaso hoy es el día en que se te aparecen por atrás las personas?

Tú, mi solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora