Bogotá, Colombia. Actualidad
Una vez más caminaba por la fría y dura acera con mis auriculares escuchando a todo volumen mi música fuerte y descontrolada, iba al colegio Calatrava preparada para aburrirme siete horas, llevaba mi teléfono cargado al cien por ciento para las clases que no me importaban, me daba igual perder o ganar y a mis padres también, faltan treinta minutos para que las clases empiecen y ya voy llegando pero paro por la cafetería de Sonia, una vieja amiga de mi abuela y es como mi madre, así que decido ir a saludarla.
-Hola Sonia –dije acercándome a ella y dándole un suave beso en la mejilla.
-Hola Cristina ¿Quieres desayunar algo? –me preguntó con una tierna sonrisa.
-Me das un licuado de frutas por favor –le digo mirando el menú.
-¿No tienes calor Cristi? –preguntó Sonia al ver que llevaba un sudadero negro.
-No –le mentí.
-Querida puedes agarrar las servilletas y llevarlas a la mesa tres –dijo a lo cual asentí pero tomo rápido mi brazo y arremango la manga y dejo ver muchos moretones, cicatrices y una que otra cortadura- prometiste que no lo volverías a hacer –me dijo con lágrimas en los ojos- ¿Por qué?
-Perdón no lo pude controlar, solo volvió a pasar –le contesto apenada.
-Conozco un buen psicólogo, si quieres podemos... -estaba diciendo Sonia pero le interrumpí.
-¡Ya te dije que no necesito ningún tipo de ayuda de alguien! –exclamé enojada.
-Am Cristi, necesito que vengas después de la escuela, quiero charlar contigo –hablo triste.
-Sonia lo siento por lo que te acabo de decir, me tengo que ir pero nos vemos más tarde –le dije sabiendo que estaba mal por mi culpa.
-No te preocupes, nos vemos luego –dijo con una sonrisa comprensiva.
Así que me despedí con un ademán, extendí la manga del sudadero, le di un suave beso de despedida a Sonia y emprendí el corto camino al colegio Calatrava.
Al llegar faltaban veinte minutos, así que fui a mi casillero y metí la mayoría de mis libros excepto el de matemáticas y me dirigí a la cafetería del colegio para ver lo que habría de comer, en el camino fui observando a varios chicos y chicas riendo y pensaba "¿Cómo diablos existe la felicidad?", al llegar me encontré con Zoila y sus seguidoras dependientes.
-Miren chicas una desnutrida y con nada de cuerpo para enseñar por eso usa esos torpes sudaderos –dijo Zoila y sus acompañantes rieron aunque estoy segura de que no entendieron ni media palabra de lo que ella dijo.
-¡Oh miren todos una rubia teñida y operada que se hace pasar por Barbie! –exclamé para que me oyeran al menos a cien metros y así fue ya que todos en la cafetería rieron.
-¡Miren es una estúpida bruja horrible! –dijo Zoila haciendo que toda la cafetería riera.
Mientras yo cerré fuertemente los puños y trate controlarme para no partirle la cara y arrancarle esas torpes extensiones del cabello, luego de que pararon las risas Zoila y su séquito descerebrado se fue pero yo, aún sentía esas ganas de desarmarle todas las cirugías.
Así que me fui al baño y empecé a golpearme fuertemente las piernas y tragándome las lágrimas, mi vida es un asco, la odio; a la única persona que le importo es a Sonia y ella no estará para siempre, ya es vieja, ella es lo único que tengo.
Mis padres están tan metidos en sus mundos, peleando y discutiendo todo el tiempo que ni siquiera se dan cuenta de que existo, mi abuela murió hace dos años, mi hermano, James se largó cuando yo tenía nueve años y del resto de mi familia no sé nada gracias a mi padre; así que lo único que tengo es a Sonia, ella siempre ha estado conmigo cuando más la necesito.
Pero aún me siento sola, me siento vacía por dentro,con una enorme oscuridad dentro de mí, ya no tengo esperanza, ya no creo en la felicidad, me autolesiono muchas veces, oigo a mis padres discutir pero me pongo mis auriculares y mi música escandalosa a todo volumen y no oigo nada más; es mejor estar así, es mejor oír mi música...
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Tú, mi sol
Novela JuvenilCristina Aguilar, la chica desastre, la chica fuerte y ruda del colegio Calatrava, que ya no halla razones para vivir y que su vida se ha ido desmoronando poco a poco, todos creen que ella no tiene ningún problema y no le prestan la mínima atención...