Prólogo: Parte 2

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(T/N):

No podía pedir nada más en esta vida, ahora mismo siento que estoy en el cielo. Mirando el ElectroID mientras caminaba me di cuenta que habían pasado dos horas aproximadamente desde que comencé a hablar con todos, el único con quien faltaba presentarme era Hinata, quien debía estar con Komaeda. Esperaré cerca del puente, les será más fácil encontrarme y finalmente terminar con todo.

Pasaron unos minutos y todavía no pasa nada, luego cinco, luego diez. Ya han pasado treinta minutos, aproximadamente.

¿Se dan cuenta de que estoy acá sentada en la tierra mirando a la nada cuando podría lanzarme a hablar con cualquiera de esta isla? Pero no se de que hablar con los otros, nos conocimos apenas hoy y nunca me preparé para este momento tan increíble.

Suspiré y cogí un palo con punta fina que estaba a unos metros de mi, mire el suelo que era una mezcla de arena y tierra (estábamos a unos pasos de la playa, después de todo) y empecé a garabatear, tenía algo específico en mente, empecé a concentrarme y lo que dibujaba empezaba a tomar forma.

Eran los Fragmentos de la Esperanza, las cinco piezas formaban una estrella, me salió muy bien a decir verdad, debería pasar por el supermercado y buscar algunos materiales de dibujo, y con suerte no habrá de escultura. Estaría en problemas si hay materiales y yo no estoy haciendo nada, todos sospecharían, especialmente-

—¡OYE!— Gritó alguien a unos metros de mí, voltee y estaba Komaeda con Hinata a su lado, él estaba con esa sonrisa tonta y moviendo los brazos en forma de saludo. —Lamento gritarte, parecías estar atrapada en tu mundo, ya desde lejos se notaba.

—Nah, no te preocupes, que vergüenza que me agarres tan distraída.— Comenté rascándome la nuca. Me fije a su lado y estaba Hinata esperando su turno para hablar. —¿Y este chico tan encantador que encontraste moribundo en la playa como una sirena quién es?

Vi como la leve piel bronceada del chico se torna roja de vergüenza, él es tan fácil de avergonzar y divertido de humillar.

—O-oye, no lo digas de esa forma. —Se defendió Hinata.

—¿Cómo sabes que me lo encontré en la playa?— Pregunta Komaeda curioso.

—Fácil, antes de partir vi a este chico totalmente fuera de sí dirigiéndose a la playa, supuse que se quedaría un muy buen rato procesando todo, unos minutos después pasando de casualidad afuera de la playa vi a Komaeda arrodillado al lado de tu cuerpo semi-inconsciente hablándote. Creí que lo mejor sería dejarlo contigo así que me fui y seguí mi camino. — No soy buena con las mentiras, pero esta fue muy fácil de crear, debo tener más cuidado con mis palabras y no mostrar más de lo que sé.

—¡Increíble (t/a)! ¡Era de esperarse de una estudiante definitiva que posee un talento tan espléndido!

—¿Talento? ¿Cuál es?

—Antes de decir el talento va el nombre primero. Mi nombre es (t/n) (t/a) y soy conocida como la Estudiante Escultora Definitiva.

—A diferencia de los otros estudiantes Hinata-kun, no la conocía, por lo que no sabría decirte mucho de ella. Pero por lo que veo, tiene un punto de vista muy amplio de lo que la rodea. ¡Así que sin duda es merecedor de ese título tan esperanzador!

Hinata se quedó unos momentos procesando las extrañas palabras de Komaeda, yo ya estaba acostumbrada y de alguna forma lo dijo de una forma linda, así que continué hablando.

—Como te dije antes, Komaeda-chan. — "¡Si! ¡Siempre quise usar ese honorífico!"— Mi talento puede no ser la gran cosa. — Antes de que él pudiera volver a reclamarme lo detuve y continúe hablando. —No me dijiste tu nombre todavía, sirena moribunda.

Un Destino Diferente (Danganronpa 2 & Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora