Cumplí 11 años recientemente, vengo de una familia de magos. Karen Smith y Kevin Wallas, estudiaron en Hogwarts, son dos grandes magos. Mi nombre completo es Leanne Wallas, simple pero me gusta, es fácil de escribir y pronunciar.
Este verano me llego la carta en la cual fui aceptada en Hogwarts, es nuevo para mí y es un cambio bastante grande. No tengo permitido hacer magia en casa, pero leo mucho así que creo estar preparada.
Compramos todo lo necesario, incluso mi Búho, Tamsin, blanca, por cierto.
Subí al tren, la verdad no me costó entrar en la estación 9 3/4, mis padres me habían explicado cada paso a seguir, ya estaba lista.
Me senté en un extremo, mirando hacia la ventana, mientras aún muchos niños subían, de mi misma edad.
—¿Te molesta si..?— Una niña se acercó y yo negué con la cabeza, aceptando a que se sentara al lado mío. —Hermione Granger.— Estiró su mano hacia la mía, para estrecharlas.
—Leanne Wallas.— Tome su mano y ella sonrió contenta.
—No conozco a nadie y por lo que veo tu tampoco, seamos amigas.— Afirmó la chica de cabello castaño, yo asentí y sonreí.
Hablamos todo el viaje, parecía ser una niña estudiosa y segura de sí misma. Me cayo muy bien, habíamos quedado en ser compañeras durante todo este año, y los demás.
Llegamos a Hogwarts y nos recibió la profesora Mcgonagall, ya había escuchado sobre ella, era una de mis tantas ídolas hechiceras.
—Esperen aquí, en cualquier momento entraremos al gran comedor a qué les digan a que casa pertenecen.— Afirmó derecha y se esfumó entre las escaleras.
Me mire con Hermione y ambas sonreímos, había miles de niños al nuestro al rededor, algunos ya habían conseguido amigos, como nosotras. Y otros, supongo que estaban en eso.
—No se preocupen, ya saben a que casa iré yo, no hace falta hacer todo esto.— Se escucho de lejos, era un niño con un cabello rubio bastante claro, que hablaba con otros más.
—Él, es Malfoy.. Draco Malfoy.— Me susurró Hermione y yo la miré confundida.
—¿Es famoso o algo así?—
—Mm, no lo llamaría así específicamente pero sí. Su padre es Lucius Malfoy.— Relató Hermione pero todo fue interrumpido por la profesora Mcgonagall, quien abría la puerta para hacernos entrar al gran salón.
Estaban las cuatro mesas de las cuatro casas, llenas de chicos pertenecientes a cada una. Luego, enfrente estaban los profesores y el gran sombrero seleccionador.
—Los llamaré, se sentarán aquí e irán a la casa que el sombrero les indique.— Afirmó sería Mcgonagall.
—Suerte.— Le susurre a Hermione y ambas sonreímos.
—Draco Malfoy, adelante.— Llamó Mcgonagall y el niño rápidamente se sentó sobre la silla. Mientras la profesora le posaba el sombrero sobre su cabeza, o casi... ¡No llegó a ponérselo!
—¡Slytherin!— Gritó el sombrero y el niño festejo, dirigiéndose hacia su mesa.
—Hermione Granger.— Llamó la profesora y ella se fue.
—Mhmm, dificil, esto es... lo... ¡LO TENGO!— Dijo el sombrero, dejando una pausa, y dejándonos a la vista los nervios de Hermione. —¡GRYFFINDOR!— Terminó de contar y todos festejaron a mi al rededor.
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¿Puro sueño?
FanfictionAcompaña a Leanne Wallas, a su nueva vida en Hogwarts, con amores, aprendizajes y amistades nuevas. ¿Todo es real?