Desperté y ya era el día en el cual volvíamos a nuestras casas. El año había terminado y nada había cambiado, solo nosotros.
Me encontré con lo chicos ya en el tren, me senté junto a Harry, quien pegó suave golpecitos en su hombro, para que me apoyase sobre el.
—Terminó el segundo año, cada vez es más rápido.— Hermione soltó un suspiro mientras cerraba la puerta.
—Lo es literal, ya estaremos en tercer año.— Dijo Ron mientras comía un chocolate.
—En cuarto año será el baile.— Dijo Harry mientras acariciaba mi cabello.
—Será lo más aburrido.— Me queje y me miraron extrañados. —¿Qué? no se, siento que arreglarse para tres o dos horas, es aburrido.—
—Falta un año, ¿por que se quejan de eso?— Preguntó Ron y todos reímos.
Llegue a mi casa, mis padres me recibieron como siempre, con mi comida favorita y mi juego de mesa favorito.
—¿Qué tal este año, Leanne?— Preguntó mi Padre mientras se sentaba sobre el sofá.
—Estuvo bien, mis amigos son geniales.— Conté emocionada y mi padre atrapó una carta.
—Bingo.— Sonrió mostrándomela. —Alguien te escribió.—
—¿Ya? que rápido.— Hice una mueca mientras tomaba la carta. Subí a mi habitación y me senté junto a mi ventana, dejando que las estrellas iluminen mis pecas.
La abrí y era de Harry, era cariñoso cuando quería. Pero cuando lo hacía, era lo más lindo que te podía pasar.
Leanne Wallas.
¿Temprano para escribir una carta, no? pues yo creo que sí. Pero me veo en la obligación de hacerlo, es más, esto lo estoy escribiendo mientras estoy en Hogwarts.
Dos años increíbles se fueron, y lo mejor de ellos fue poder hacer una amistad tan linda contigo. Aún no me fuí y ya te extraño, es difícil estar meses sin ti, después de haber convivido todo un año.
No se que nos esperará para el tercer año en Hogwarts, estaremos cambiados físicamente, profesores nuevos, nuevos niños, amores, amistades, pero puedes contar conmigo a pesar de todo. Y seguro te estás preguntando.. ¿Por qué digo todo esto? porque te veo en las noches sentada en tu ventana sola, con Tamsin, quien sabe en lo que estés pensando, pero eso te mantiene estresada y triste.
Déjame decirte Leanne, que no lo estás. Si necesitas escribirme cuatro cartas en un día, hazlo, con gusto leeré cada una y te responderé cada una.
Buenas noches, princesa.
Atte: Harry Potter.
Apoye la carta sobre mi pecho, sonriendo mientras miraba las estrellas. ¿Cómo Harry sabía todo eso? era mágico, un gran amigo.
Decidí escribirle en la mañana siguiente, para así, poder hablar todo el día si era posible.
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¿Puro sueño?
FanfictionAcompaña a Leanne Wallas, a su nueva vida en Hogwarts, con amores, aprendizajes y amistades nuevas. ¿Todo es real?