Capitulo 19.

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   Íbamos riéndonos en todo el camino, parecía ser una carrera. Todo terminó cuando llegamos a la cancha de Quidditch, Draco me dio su escoba y la monté para luego tomar vuelo.
    Me posé junto a Crabbe, le sonreí y empezó la prueba. No había tanta gente en las gradas, solo vi a Hermione, Ron, Harry, Draco y a Luna, parecían estar muy interesados en verme jugar.
   Los siguientes quince minutos fueron de prueba y me fue espectacular, pude llevar a cabo todo lo que me proponía el juego. Fui rápida y salvaje, si debía empujar, lo haría.
   Bajé y choqué los cinco con Urquhart, que luego inesperadamente me abrazo, bueno, todo el equipo lo hizo.
—¡Estuviste fascinante!— Vino corriendo Hermione y me abrazo, yo sé lo continúe.
—Pensé que mis nervios lo iban a arruinar.— Solté una risa y me separé, para tirarme encima de Draco, quien me sostuvo como un koala.
—Estuviste genial.— Se acercó a mi oído y aclaró su garganta. —Incluso mejor que Crabbe.— Ambos reímos y deje un corto beso sobre sus labios.
—Voy a tener que esconderme de tí.— Se acercó Harry y lo abrace fuerte, y llame con mi mano derecha a Ron, para que se sumase.
—Basta de abrazos, ven Wallas.— Urquhart me tomo del brazo y me llevo con el equipo.
—¿Quedé?— Pregunté ansiosa.
—Claro que sí Leanne, eres genial.— Afirmó Gregory Goyle.
     Entre al gran comedor ya vestida con el uniforme, y casi todos los estudiantes me felicitaban. Pues, era una de las primeras chicas en quedar y que sea tan rápida. Me senté en una punta y Snape achinó los ojos viéndome, lo que me causó escalofrios.
    Antes de salir, Snape dijo que debía hablar conmigo sobre algo serio. Yo asentí y les dije a los demás que luego los alcanzaba, que debía hacer algo importante.
—¿Qué sucede profesor— Me acerqué a Snape algo tímida y también temblando.
—Me temo que ya sabemos de donde viene señorita, usted no pertenece a aquí.— Se cruzó de brazos y yo lo miré confundida.
—¿Disculpe? Profesor Snape, no sé de qué habla.— Levanté la voz y rápidamente la baje al ver que se acercaba Dumbledore.
—Gracias profesor Snape, pero creo que debería hablarlo yo.— Dijo Dumbledore y Snape asintió alejándose.
—Dumbledore, lo siento, pero no se de que hablan.— Lo mire y me senté en una mesa.
—No te queda mucho tiempo aquí señorita. Disfrute todo lo que pueda.— Me sonrió y a mi se me cristalizaron los ojos.
—¿Me.... Matarán?— Pregunté y Dumbledore soltó una risa.
—Claro que no Leanne, tú sola te darás cuenta de lo que hablo.— Dejó leves palmaditas sobre mi hombro y se fue.

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