Capitulo 17.

63 7 0
                                    

La mañana siguiente fue muy linda, salí del salón común de Slytherin de la mano con Draco, él me dejaba leves caricias en mi mano y yo a él. Sus manos eran suaves, tal como las había imaginado, me trataba con delicadeza.
   Nos sentamos en la mesa a desayunar, pero Dumbledore decidió decir unas palabras ante todos los estudiantes.
—Debido al acto inesperado de anoche, la señorita Pansy Parkinson ha sido expulsada de la escuela de Hogwarts de hechicería y magia.— Terminó de hablar y sonreí alto escondida. —Pueden continuar con el desayuno, provecho.— Asintió y yo agradecí con la mirada.
    Con Cedric no había vuelto a hablar desde anoche, no me parecía importante formar una amistad con él. Después de todo, el es mi ex, tuvo mis besos, abrazos, caricias, amor.. así que, no me parecía buena idea llamarlo amigo después de enterarme que todo había sido falso.
   Continué desayunando con Draco, pero todo fue interrumpido por los gemelos Weasley, quienes se posaron uno de cada lado.
—Discúlpenos Malfoy.— Habló Fred y miro a George.
—Pero nos debemos llevar a la señorita unos minutos.— Guiñó el ojo y yo solté una risa, Draco asintió.
   Entrelace mi brazo con el de Fred y el otro con el de George, me había hecho muy amiga de ellos dos, eran súper divertidos, y muy buenos amigos. Me llevaron al patio, donde estaban Oliver, Harry, Ginny y los demás jugadores de Quidditch.
—Leanne, te estábamos esperando.— Sonrió Harry y yo dejé un beso en su mejilla.
—¿Qué sucede?— Mire a todos confundida, hasta que ví llegar al equipo de Slytherin.
—Queremos que participes en el juego de Quidditch.— Me miró Urquhart y yo levanté ambas cejas.
—¿Yo? pero si ni siquiera me han hecho una prueba.— Lo mire y el soltó una risa.
—Serás una bateadora, junto conmigo.— Sonrió Crabbe y yo lo miré de arriba a abajo.
—¿Me harán la prueba?— Me cruce de brazos y Urquhart se acercó a mí.
—Hoy en la tarde Wallas, no faltes.— Levantó ambas cejas y ambos equipos se fueron, menos Harry, quien dejó caricias en mi hombro.
—Suerte, serás genial.— Me hizo ese cumplido y yo sonreí.
—Eso espero, es nuevo para mí.— Revolee los ojos y vino Luna, una estudiante de Ravenclaw.
—Confió en tí, no soy fan de Quidditch, pero te estuve observando y eres una gran chica.— Me sonrió tiernamente y yo asentí mirándola.
—Wow.. muchas gracias....— Dejé un silencio, tratando de adivinar su nombre.
—Luna.— Estiré mi mano y ella dejó un beso en mi mejilla, para luego irse, yo la miré confundida y Harry soltó una risa.
—¿Por que todos me dan besos ahora?— Solté una risa y Harry se encogió de brazos.
—Tienes piel suave.— Harry acaricio mi mejilla y lo empujé bromeando.
    Ya era mitad de año, mi relación con Draco era bellísima. Solíamos faltar a clases para irnos juntos, me daba flores verdes (claro), a la noche nos juntábamos en la sala común a pasar el tiempo junto a la fogata, desayunábamos juntos. Siempre me dejaba para que yo pasara tiempo con mis amigos, aunque a él no le cae bien Harry, y a mi Crabbe tampoco me cae bien. Pero aún así, intentábamos convivir en armonía.
     Una noche, ya era tarde, bajé sola a la sala común sin ningún sweater, no me había dado cuento del frío que hacía. Me senté junto a la fogata, y abracé mis piernas, sintiendo el calor quemándome el rostro.
—¿Insomnio?— Preguntó Draco, me di media vuelta solté una risa mientras asentía.
—Sí.— Hablé suave y el estiró su mano.
—Ven, quiero mostrarte algo.. pero antes.— Se sacó su sweater que tenía y me lo dió. —Listo.— Me guiño el ojo y salimos de la sala común.
    Llegamos al patio y lo frené, me daba miedo estar en la oscuridad en Hogwarts, era un lugar con mucho espacio y todo muy oscuro. Pero aún así, también tenía miedo de que nos encontraran.
—¿Pasó algo?— Draco se dio vuelta, aún tomado de mi mano.
—Si nos encuentran nos podrían expulsar.— Lo miré con preocupación.
—Me iré sabiendo que logré hacer esto contigo.— Dejo un beso sobre mis labios y agarro su escoba, sentándose adelante. —Súbete y agárrate bien fuerte, no quiero que te caigas.—
    Me senté detrás de él, abrazando su cintura y apoyando mi mentón en su hombro. Comenzamos a volar por todo Hogwarts, hasta por el rio, pasando por allí casi tocándolo.
—Esto es precioso.— Sonreí encantada mirando todo.
—Lo es ¿verdad?— Me miró de reojo y frenamos nuevamente en el techo de Hogwarts.

¿Puro sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora