Capitulo 33.

56 6 6
                                    

  El trío de oro se había quedado dormido en el medio de la sala común, pero los gritos de todos los estudiantes los despertaron.
—¡Te dije que no valía la pena!— Se escuchó una voz conocida, parecía estar enojado.
—¡Que iba a saber yo que está loco! solo quería preguntarle si sabía algo de Leanne, discúlpame Seamus por querer buscar a mi amiga.— La última voz se perdió en las escaleras y nuevamente la sala común volvió a quedar en silencio.
   Hermione miro a su al rededor y vio a todos en shock. Se paró directamente a Seamus, quien estaba con una mirada de furia que realmente daba miedo.
—¿Que sucedió? ¿con quien peleabas?— Preguntó mientras Harry y Ron se ponían a su lado, tratando de captar la situación.
—Fred, le pregunto a Draco si sabía algo sobre Leanne y ¡Malfoy se volvió loco! no sólo volvió a ser el mismo de antes, sino que peor, no dejen ni que nombren el nombre de ella.— Relato Seamus y Harry vió llegar un búho, rápidamente le pegó a Ron en el brazo y luego Ron a Hermione.
—Luego hablamos Seamus, debemos irnos.— Hermione tomó de la mano a los chicos y salieron corriendo por el retrato.
    El búho se posó en el brazo de Harry y se sentaron en el césped, justo al lado de la cabaña de Hadrig, donde había bastante paz y podían estar solos, sin gritos ni peleas.
  Los tres estaban con lágrimas en los ojos, era increíble que se estaban comunicando con su amiga quien ahora estaba en otra realidad. Ron lo disimulaba haciendo comí que bostezaba, Hermione ni se molestaba en disimularlo y Harry estaba en shock. Simplemente no le salían ni las lagrimas, solo quería tenerla de vuela.
—La única opción para traerla es Dumbledore, pero nos podría hasta echar de Hogwarts por esto.— Se quejó Hermione mientras guardaba la carta.
—Puede ser, pero al diablo con esto, yo quiero tener a Leanne de vuelta y si tengo que arriesgar mi vida, pues lo haré.— Harry se paró y relamió sus labios para luego continuar hablando; —¿Están conmigo?—
   Ron y Hermione se miraron por unos segundos y luego aceptaron. Todo estaba en riesgo y no había nada que perder, los tres extrañaban a su amiga y lo tenían que hacer antes de que terminara el cuarto año y cada uno se vaya a su casa.
  Draco, por lo tanto, volvió a ser el mismo Malfoy que antes. Egoísta, y molesto, volvió a burlarse de los Weasley cada vez que podía y también de Hermione insultandola como "Sangre Sucia" pero nadie podía hacer nada.
   Una tarde, mientras Ron y Hermione buscaban la manera de traerla de vuelta, Harry caminaba por los pasillos de Hogwarts con las manos en el bolsillo y la mente en Leanne. Era una gran amiga, la amaba por quien era y como era, no por la gran hechicera que haya conocido, pero era la mejor persona que había conocido en su vida. (Además de los weasley y Hermione.) Pero todos esos pensamientos fueron interrumpidos por Draco, con quien se chocó.
  —¿Por que no te fijas por donde vas, Potter?— De quejó Draco, parándose justo enfrente.
  —No tienes que agarrartela conmigo, yo también estoy triste porque Leanne se fue, no eres el único.— Harry se acomodó los anteojos y pudo ver toda la furia en los ojos de Draco, no había ni un grano de tristeza en ellos.
—¿Triste porque de fue? o ¿por que jamás de los cuatro años que estuvo, se fijó en tí?— Draco soltó una risa y Crabbe y Goyle lo festejaron, con su risa tonta.
—Tal vez la extraño porque conmigo siemore fue feliz y pasamos buenos momentos, no porque la hice llorar mil veces como tú. Con permiso.— Harry pasó entre ellos y fue directo a la sals común, ardía de furia, solo quería pegarle y dejarlo inconsciente.
   Potter entró a la sala dejando pisadas fuertes y dejando a la vista toda la bronca que tenia. Subió hasta la habitación y Ron lo miro con ojos sorprendidos, viéndolo acostarse de manera violenta.
  —Ey.. Ey.. ¿Que sucedido?— Preguntó el colorado, sentado en la cama.
—Malfoy.. cree que estoy enamorado de.. Leanne.— Susurro eso y Ron dejo salir una leve risita.
—Digamos la verdad, es hermosa, pero... ¿crees que es por eso? ¿no sera broma?— Pregunto Ron mientras se acostaba y miraba el techo.
—Seguro que lo es, pero vamos, Leanne es linda, sí, tiene linda piel.— Contestó Harry mirando al techo también.
—¿Piel?— Preguntó confundido Ron.
—Bueno, es suave. Tiene lindos ojos, su cabello es lacio y negro como la noche. Sus ojos son bellísimos y..—
—Ya lo entendí, Harry, te gusta Leanne.— Ron soltó una risa y Harry frunció el ceño. Lo venía negando a él mismo pero ya llego el momento de que se tenía que dar cuenta.
—¿Lo estoy?— Pregunto con un tono raro.
—¿Hablas así de cualquier chica? no, Potter, te gusta Leanne, y eso está más que bien.—
—Me gusta... me gusta Leanne.— Susurró Harry se acosto mirando hacia el lado derecho, en el cual tenía su mesita de luz y pudo ver el cuadro que tenía con Leanne, eran ambos abrazados y ella le daba un beso en la mejilla. Harry sonrió y se durmió con esa imagen.

¿Puro sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora