☎️ ⃟᮪〭۬̇〬⃟˖⸱Llamada Entrante | Todoroki Shouto⚘

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Mi mejor amiga

Las clases habían terminado, así que era momento de regresar a los dormitorios, dentro de un rato tal vez Cosmos le llame, fue ahí cuando volvió a sentir esa sensación en su pecho, quería escuchar su voz, pero eso le estremecía.

Está tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien más lo observaba.

—Todoroki-san— Yaoyorozu estaba caminando a su lado —¿Estás bien? Te noto bastante distraído— preguntó con un poco de preocupación.

—Si, estoy bien— mencionó mirando hacia el frente.

—Bueno, si quieres decir algo puedes contar conmigo— le dedicó una sonrisa y adelantó el paso, Shouto pensó en que tal vez ella podría responder sus dudas.

—Yaoyorozu— la llamó, haciendo que ella se detuviera y volteara verle —De hecho ¿Puedo pedirte un consejo? — los ojos de la pelinegra se iluminaron, le encantaba dar consejos.

—Prepararé té llegando al dormitorio—.

Ahora ambos estaban sentados en las gradas de la entrada del dormitorio, a Yaoyorozu no le importaba estar así si Shouto estaba más cómodo, en sus manos tenían una taza de té.

—¿Puede decirme cuál es el problema? — preguntó muy amable.

—Estoy confundido con respecto a una persona— le dio un trago a su té —Últimamente no puedo dejar de pensar en ella, y me confunde ya que ni conozco su verdadera voz—.

—Supongo que te refieres a la persona con la que estás en el concurso— él asintió —Sí es complicado— se encogió de hombros.

—Me he llegado a preguntar si estoy enamorado ¿Es eso posible? —dijo confundido mientras miraba su reflejo en él té.

—¿Qué sientes cuando hablas con ella, cuando piensas en ella? —.

—Pues siento que todo es menos aburrido, tengo una imagen de ella como una chica fuerte que no se rinde fácilmente— recordaba sus conversaciones y su deseo de ser una heroína —Es muy agradable, parece ser una persona interesante y animada—.

—Continua, yo te escucho— dijo la pelinegra con una sonrisa.

—De ella he aprendido muchas cosas, aprendí a superar obstáculos y dejar de ser un poco más cerrado con las personas, ella se convirtió en mi mejor amiga incluso cuando no quería que fuéramos amigos— suspiró —Pero ella me hace sentir especial, ella cada vez que hablamos ahora me hace… Feliz…— sonrió viendo su taza.

Yaoyorozu analizó las palabras del chico.

—Ahora corresponde preguntar ¿Quieres que siga siendo tu mejor amiga o quieres algo más con ella? — eso dejó en completo silencio al bicolor durante un largo rato.

Ella tenía un punto, sabía a qué se refería con algo más, una relación, era confuso y hasta un poco atemorizante, no la conocía, no sabía su apariencia, y tampoco sabía si ella le correspondía, pero por ahora, sabe que debe aceptar la verdad, sus verdaderos sentimientos.

—Creo que todo lo que he dicho es verdad, y ahora estoy seguro de algo— soltó una pequeña risa —Estoy enamorado— se cubrió el rostro con una mano debido a su sonrojo.

—Me alegra oír eso— se rió en voz baja Momo —Estoy segura que cuando se conozcan harán una bonita pareja— le dio todos sus ánimos.

El Todoroki asintió animado.

Ambos seguían bebiendo té en un silencio agradable mientras veían la tarde caer.

Hasta que escucharon un quejido y cerca de donde se encontraban apareció Uraraka quien corría desesperada por el patio.

—¡Ahí está! — gritó Arte mientras _____ salía de una de las ramas de los árboles.

—¡No dejes que escape! — gritó la chica mientras la perseguían.

—¿Esa es Uraraka huyendo de Hosoda y Rosales? — mencionó Yaoyorozu mientras veían como _____ se abalanzaba sobre la castaña y la tiraba al suelo.

—¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Shouto con una pizca de interés.

—Jiro y yo estábamos ahí cuando pasó, Uraraka le pegó una bofetada a una chica de curso general— suspiró pesadamente —La detuvimos de inmediato cuando empezó a gritarle a la chica— dijo un tanto apenada.

—¡Nadie trata asi a Lied-chan! — ambas chicas le arrojaron un cubo de agua helada que cargaba Arte con su quirk.

—Creo que si se merece esa venganza—soltó Shouto dejando de prestar atención y seguir con su té.

Al menos le tranquilizaba el saber que era lo que ocurría con él, solo quedaba saber qué pensaba Cosmos.

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