Capitulo 21

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Al abrir la puerta, no hay nadie...no se ve nadie, la casa está en silencio pero se escucha música fuera, algunas personas se ven por una de las ventanas, están en el patio trasero.

Mi corazón está muy agitado, mi cuerpo está tembloroso, la sensación es similar a cuando vas a dar un examen sabiendo que no has estudiado.

Yibo a mi lado no puedo saber que pasa por su mente. Sabe ocultar muy bien sus emociones a veces.

Eso se debe a la industria me imagino, yo como persona común, soy como un libro.

Florencia viene con una brocheta en sus manos y audífonos, está sumida en su brocheta y su música. Pasa frente a nosotros pero no parece vernos.

De pronto se detiene y retrocede, se gira lentamente hacia nosotros quienes estamos en la puerta. Su mirada cae en nuestras manos.

La brocheta cae al suelo y mi hermana forma una gran 0 con su boca.

- Hola hermanita – digo

- ¡¿P...porqué vienes de la mano con él?!

Florencia de discreción no sabe nada.

- emm....larga historia – le digo

Florencia mira a Yibo, terminamos de entrar a la casa. Florencia nos tira a la cocina.

Ya ahí me abraza.

- El que sigue la consigue o no hermanita – dice juguetona

La verdad no es tan así, pero es una manera de verlo. Creo que esto fue un golpe de suerte o algo inexplicable del universo, hay miles de cosas que no se pueden entender aún.

Ahora se dirige a Yibo aunque ella sabe que los abrazos de afecto no son mucho de asiáticos, esta se abalanza y lo abraza.

- Bienvenido a la familia "cuñado"- le levanta las cejas.

Yibo se mueve hacia atrás, claro que no se acostumbra a que aquí todos son abrazos y besos.

- Esto es demasiado estupendo , debes contármelo todo ....por cierto , están todos en el patio trasero....a papá le dará un infarto y ni hablar de mi mamá... la escoba te echa de menos.

¿Y crees que no lo he pensado? Definitivamente mi hermana no es la mejor consejera para calmar las cosas.

Florencia habla demasiado rápido, me recuerda a mi cuando me pasan cosas que me emocionan

Un perro blanco de gran tamaño viene hacia mí, conozco muy bien ese peluche.

Mi hijo.

- Hijo , venga donde mamá- le digo al can

El perro llega a mi lado y comienza a jugar, creo que me reconoce después de dos años.

- Yibo , este es mi hijo – le digo

Yibo acaricia al perro. Me extraña que este no se enoje con Yibo ya que no le gustan los desconocidos pero este incluso le da amor.

- Traicionero te das con caras bellas – le digo a mi Hijo

Ese es su nombre "mi hijo", pero todos le dicen "mijo"

Florencia está esperando para entrar con nosotros, pero le digo que se adelante... tengo una idea.

Si voy a presentar a Yibo que sea con emoción, para evitar estar diciéndole a cada uno bla bla bla .

Camino hacia la puerta trasera, la música cesa.

Desde el otro lado del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora