¿𝒴 𝓈𝒾 𝓂𝑒 𝒶𝓂𝒶𝓈? || ᴶᵉˡˢᵃ

Capítulo 18

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Puertas abiertas. Todo el reino presente. Deliciosos banquetes al aire libre. El festival de hielo ya había comenzado.

El grupo de amigos disfrutaban de la comida y agradables conversaciones que nacían de la nada. Los berkianos y el albino se divertían contando historias y escuchando relatos de algunos niños y ancianos que se les acercaban. Los de Corona reían y bailaban en el centro del lugar. Anna se distraía un rato con las ocurrencias de su esposo. Mientras que la princesa se estresaba para que todo se mantuviera perfecto.

 — ¿Porqué no te diviertes, Elsa? Es la razón del porqué hacemos esto—. Se acercó abrazada del brazo del rubio.

— Está bien. Lo importante es que todos la pasen bien hoy. Yo me encargo de eso—. Dijo tranquila congelando la única parte que se mantenía sin escarcha.

— ¿Tu "apuesto soldado" no te ha molestado?—. Se burló haciendo comillas. Riendo junto al rey.

— ¿Ya le pusieron nombre encubierto?. No servirá... Aquí viene—. Avisó el cabello de princesa.

La albina se sonrojó mirando enojada a ambos a su frente. Esperando que llegase el guardián para acompañarlos. Estuvo a un lado de Anna, evitando mirar fijamente al peliblanco quien se acercaba con la pareja de Berk.

— ¡Hola, Snowflake!—. Saludo animado mirando a la chica. Esta soló balbuceó un "hola" y movió su mano tras su hermana quien se reía internamente.

— Hola sus altezas. ¿Qué tiene Elsa?—. Habló la rubia del brazo del castaño.

— Ha estado algo estresada ocupándose del espectáculo... Pero quizá Jack le podría echar una mano para que no cargue todo el peso sola. ¿Qué dices, Frost?—. Contestó la cobriza dirigiéndose al joven guardián, quien asintió. Miró por el rabillo del ojo a su hermana, que simulaba discretamente estar oculta tras ella. Estaba roja y se mordía el labio inferior. Literalmente colorada. 

— ¿Qué harán?—. Preguntó a la pareja de albinos el castaño.

— No lo sé. ¿Qué haremos, Els?—. Apoyó el ojiazul. Ella se colocó frente a su hermana intentando formar una frase completa y bien dicha...

— Bu- Bueno... Un llovizna. U-Una llovizna. Si eso. Con toques personales. No es algo muy técnico...—. Balbuceó con risas tras ella.

— De acuerdo. Me gusta. Hagámoslo ahora—.

El chico se elevó gritando a los cuatro vientos sobre su presente hazaña. Miró hacia abajo para comenzar junto a la princesa. Ella avanzó unos pasos a la multitud, recibiendo miradas de asombro a como movía sus muñecas.

Jack sostuvo su cayado con ambas manos e hizo fuerza para desprender un rayo de luz al cielo, haciendo que nevara con intensidad, pero moderado. Elsa creaba diseños sobre todos los presentes: Copos, aves, sirenas y unicornios. Eran algunas figuras que se movían en el aire.