Capítulo 21

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Elsa:

Su sonrisa mostraba superioridad. Que aumentó cuando cambié mi expresión que confirmó lo que suponía que había hecho ese día. Estaba incómoda. No por que no quería estar con ella, sin duda quiero. Adoro a mi hermana; por eso debo decirle todo lo que sucedió esa tarde. 

Su expresión cambió drásticamente.

Sin duda eso es lo único que me inquieta en ella. No sabes como reaccionará, no importa si está feliz y realmente triste. Es una caja de emociones sorpresivas para cada situación.

— ...Mmh... ¿Porqué tus pupilas están dilatadas?—. Soltó. Abrí mis ojos, caminando sin apartar la vista de su rostro. Que ahora mostraba completa confusión. 

— No es nada—. Sonreí con la primera sonrisa sincera de la noche. 

Me acerqué al montón de papeles sobre el escritorio. Viendo los libros abiertos y algunos con hojas entre las páginas. Un tintero y una pluma que choreaba mostraba que hacía mi hermana hace minutos. 

Volví mi mirada a ella. Presté atención al gran libro color verde musgo tras ella.

— ¿Ibas a golpearme con un libro?. ¿Qué o quién pensabas que era?—. Reí viendo otro de sus repentinos cambios.

— No pensé nada en realidad. Solo me asusté. Nadie debería estar deambulando por los pasillos en completa oscuridad tan tarde—.

Ambas nos sentamos frente al escritorio. Yo leyendo uno de los libros sobre este; mi hermana leyendo unos acuerdos y documentos sin responder. 

— Haz leído muchos libros. Como biología humana, ¿verdad?—. Hablé. Ella me miró sonriente. Dejando de lado los papeles de su mano. Se giró mirándome a los ojos.

— Supongo que servirá de algo leer cosas así. Además, le leí un libro a Olaf; de un autor no tan conocido. ¿"La sirenita" te resulta familiar?. Fue un regalo para nuestro padre y Olaf dijo que estaba entre tus cosas—.

— Debemos enseñarle a no meterse entre cosas que no sean suyas sin autorización de la persona. Pero si, me es familiar. Ahtohallan me mostró algunos sucesos y decidí buscar ese libro que pertenecía a él. Lo encontré en su baúl—.

— Es bueno. Hasta ahora me ha gustado. ¿Algún libro que me recomiendes leer?—. Sonrió a lo que yo volví la vista a mis manos. Sintiendo su mirada sobre mí.

— "Guardianes"—.

Cerré el libro, no sin antes marcar la página en la que había quedado. Mi hermana corrió a la repisa correspondiente y encontró el libro. Con la portada algo rasgada, seguía en perfectas condiciones para mí. Sigue siendo uno de mis favoritos.

— ¿Chocolate?—. Pregunté viendo como se acomodaba en el sofá en el centro del salón.

— Vamos—.

(...)


Volvieron con dos exquisitas tazas del maravilloso líquido. Ambas se acurrucaron con una cobija y cojines. Leían tranquilas. La historia siempre fue del gusto de la princesa. Las fantasías correspondían a la ahora reina. Siempre quiso tener una historia mágica.

¿𝒴 𝓈𝒾 𝓂𝑒 𝒶𝓂𝒶𝓈? ||  ᴶᵉˡˢᵃWhere stories live. Discover now