Capítulo 9

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Elsa despertó temprano al siguiente día. Corrió directo a la alcoba del peliblanco. Entró despacio pero entristeció un poco al no verlo. Recorrió el cuarto, hasta ver una nota en la ventana.



"Para Snowflake:                         

Volveré tarde espérame en tu cuarto, te entregaré tu regalo.

                      Jack".



La chica sonrió de lado llena de ilusión. Pero un grito por parte de su hermana la hizo volver a la realidad, hoy llegaba los gobernantes de lejanas tierras.




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Sin duda iba ser un día agotador. Todos corrían de aquí para allá, los sirvientes llevando platos, preparando ricos platillos; y el resto corría adornando el reino y el castillo. Se acercaba un gran día; y Elsa daría un espectáculo con sus poderes, para presentarse con todo frente a los visitantes.


La reina estaba ansiosa. El rey digamos que intentaba calmarse, no era fácil recibir a un extraño siendo el monarca, los nervios lo carcomían por dentro; pero es capaz de lograrlo, recibía el apoyo de todos sus amigos.

— Estarás bien, sabes como tratar a las personas—. Lo consolaba la platinada sobando su hombro; que de milagro ya estaba arreglada y lista. Ambos esperaban a Anna en el salón de los tronos.

De repente aparece una cabellera cobriza por la puerta, luciendo un hermoso vestido verde menta, con detalles de hojas color musgo; su pelo estaba suelto con una pequeña trenza al rededor de su cabeza. Resumiendo, se veía gloriosa. Tanto que a Kristoff se le salieron los ojos de las órbitas, no literalmente. Su hermana la miraba con orgullo.

— ¿Cómo estoy?, espero que presentable—. Habló dejando un mechón rebelde tras su oreja. Recibiendo el brillo del sol directo en su cara, resaltando sus pecas y grandes ojos.

— Te ves hermosa. Diría que Kristoforo quiere casarse contigo de nuevo—. Mencionó señalando al joven tras ella con sonrisa burlesca; mientras le colocaba su corona. La soberana se sonrojó un poco, su amor todavía se mantenía joven.

Entonces las puertas se abrieron otra vez; mostrando a un joven delgado con traje formal, un sirviente novato, encargado de informar de acontecimientos del reino.

— Sus altezas, ya están llegando los dirigentes. Vieron un barco con el símbolo de Berk entrando al fiordo—. Avisó poniéndose recto.

— Muchas gracias Varian, enseguida bajamos al muelle—. Dijo la platinada, volviendo al lado del rubio.

¿𝒴 𝓈𝒾 𝓂𝑒 𝒶𝓂𝒶𝓈? ||  ᴶᵉˡˢᵃWhere stories live. Discover now