¿𝒴 𝓈𝒾 𝓂𝑒 𝒶𝓂𝒶𝓈? || ᴶᵉˡˢᵃ

Capítulo 23

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Jack:

La comida llegaba de a poco. Galletitas dulces, brownies y una tarta de calabaza. Me entretenía contando anécdotas sobre Bunnymund, Tooth, Sandman y Norte; la vez que tuvimos problemas con la pascua y todos ayudamos con los huevos cocidos. 

Para mi mala suerte, Elsa usaba su regalo. Con un pantalón oscuro y zapatillas bajas. Con una trenza de lado. Evitaba mirarla, o volvería a mi mente todo el acontecimiento de ayer. 

Cuando finalmente nos sentamos todos a la mesa. Quedé a su lado. Suerte de guardián...

Rapunzel y Astrid me habían sentado a la fuerza. A mi otro lado tenía a Eugene, y a mi frente a los enamorados de Berk. Al lado de Elsa estaba Anna. Mirándome algo molesta. Haciendo sentirme pequeño... ¿Sabrá que pasó ayer?, ¿Elsa le habrá dicho?.

Claro que le dijo, son hermanas muy unidas. Espero salir vivo luego de desayunar. En esos momentos mantenía la mirada baja mientras una mujer me servía un poco de pastel y zumo de frutas. Evitando hablar, a todo costa, con Snowflake.

— Buena mañana, guardiancito. ¿Para dónde te fuiste ayer?—. Habló Eugene, dando un codazo a mis costillas. En seguida me sonrojé un poco y me encogí en el asiento. Mi primer reflejo fue ver la reacción de Elsa a mi lado. Que también se había sonrojado y tapaba su rostro con la taza de chocolate.

— Ayer... Me encontré con trolls en el bosque nevado. Me agradaron y dijeron que Kristoff los valla a visitar más seguido—. Respondí tomando de mi vaso. Para sonreírle ya sin el rojo en mis mejillas.

— ¿Y tu Elsa?. Anoche no llegaste a cenar. ¿Qué pasó?—. Habló esta vez Astrid.

— Fui al bosque y cabalgué en el Nøkk. Pero terminé atrapada entre enredaderas, luego de una pequeña estampida de los renos—. Dijo. Yo me preocupé y por primera vez intentaba buscar su mirada. Me acerqué a su oído, mientras simulaba acomodarme en el asiento.

— ¿Estás bien?—. Susurré para alejarme de inmediato. Ella asintió algo nerviosa; y no la culpo. Yo me encontraba peor. 

(...)

— Ustedes estuvieron juntos ayer. No es necesario que respondan, es verdad. Están demasiado inquietos entre ustedes—.

Astrid lo golpeó en la cabeza luego de hablar. Jack y Elsa utilizaron las capuchas de sus sudaderas para esconder sus caras coloradas. Todos luego de eso murmuraban, como si ellos no se encontraran allí mismo. Elsa pidió retirarse mientras bebía las últimas gotas del vaso. Se arregló el gorro sobre la cabeza y fue a la biblioteca.

Todos quedaron mirando a Jack. Que solo mostraba sus ojos.

— Hicc. No era necesario decir lo obvio—. Habló Anna soltando unas pequeñas risas. Con su hermana le habría ido mal si reía.

— Arruinaste el desayuno, castañito. Ahora me retiro, porque yo y Kristoff vamos a los campos de arquería. El rey necesita clases—. Comentó Flynn. Agarrando el hombro del mencionado.