Extraño

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Chris y Beatriz, ambos mudos, mirándose a los ojos. Así permanecieron un minuto hasta que Amanda les interrumpió con un sonoro carraspeo, lo cual les devolvió a la tierra.

— Perdona —dijeron a la vez.

Apartaron la vista, sonrieron tontamente y cada uno siguio su camino. Pero... Pensándolo bien Beatriz dió media vuelta y fue a por Chris, ahora que le había encontrado no iba a dejarle escapar. La sorpresa llegó cuando resultó que Chris hizo lo mismo, una vocecilla le había mandado volver con ella. Amanda sabía perfectamente lo que estaba pasando así que se apartó dejándoles intimidad.Los dos vacilaron a la hora de hablar, de romper el hielo. Finalmente se adelantó Chris.

— ¿No nos conocemos? Juraría que ya te he visto antes.

— S-si —los nervios afloraron en Beatriz— el otro día en el hospital.

— Beatriz   —susurró pensando en alto.

— ¿Cómo sabes mi... —la interrumpió Chris.

— ¿Beatriz? Tú eres Beatriz pero eso, eso es imposible —exclamó alterado e incrédulo.

La joven se había quedado sin habla a la par de incrédula que Chris.

— Perdona tengo que irme —dijo Chris y desapareció rápidamente de la vista.

Amanda se acercó a Beatriz, quien estaba en shock.

—¿Qué ha sido eso? —su humor no ayudaba y se preocupó más— ¿Qué te pasa, estás bien?

— Sí... Vamos a casa, tengo que hacer unas llamadas.

Aunque sabía que tenía que animar a Amanda después de lo sucedido con su exmarido y el estado de Alice, lo que acababa de ocurrir era prioritario. Por eso en cuanto llegó a su apartamento llamó a Paula. Sólo les llamaba una vez al mes por los costos, sin embargo la ocasión merecía el precio.

— ¿Bea?

— ¡Paula no te vas a creer lo que me acaba de pasar!

— Dime.

Beatriz no pudo hablar, la voz de Paula desprendía tristeza y su amiga era más importante que nada, después de su madre.

— Oye Paula no estás bien ¿Que ocurre?

— No es nada —contestó desanimada.

— Sólo quiero que estés bien —la dijo preocupada.

— Prefiero no hablar de ello de momento, por favor.

— Como quieras pero si necesitas cualquier cosa ya sabes que yo te voy a ayudar.

— Ya lo sé. Bueno dejemos de hablar de mi —dijo ya más animada— ¿Qué querías decirme?

— No te lo vas a creer —advirtió.

— ¿Es sobre Chris Evans? ¡¿Le has visto?! —exaltó Paula.

— Es más que eso tía, ¡dijo mi nombre! Como si ya supiera cómo me llamo y luego se fue pitando.

— Joder tía ¡Qué fuerte! No me lo creo, ¿de verdad?

— Sí maja, yo no me lo creo todavía pero tengo un testigo.

Las dos gritaban y hacían ruiditos mostrando su, por así decirlo, excitación.

— Tenemos que calmarnos un poco Bea porque no es normal que se haya dirigido hacia a ti con tu nombre.

— Lo sé, es muy extraño. Sin embargo es absolutamente imposible que...  Ya sabes.

— Qué otra cosa podría ser si no.

— ¿Pero cómo...?

— Hasta ahí no llego, de lo que sí estoy segura es de que volveréis a veros.

Alargaron la conversación media hora, se contaron las últimas noticias, excepto lo que Paula quería ocultar. Al final consiguió dormir y la mañana siguiente lo primero que hizo fue quedar con Amanda. Más que nada para comprobar que no había sido todo un sueño. Intentó no sacar el tema de Chris demasiado tiempo y centrarse más en Alice, según dijo su madre había conseguido ganar algo más de dinero para destinarlo a la enfermedad de su hija y evitar que se fuera... Cuando fue al hospital a ver a sus pequeños les contó lo que había pasado con Chris y entonces ellos la confesaron algo que la llevó a entender todo.

Un Sueño Vivido. II © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora