De alguna forma conocía muy bien esos ojos, esa tierna mirada. Sintió un gran anhelo al recordarlos. Es cuanto alcanzó a recordar, suficiente para querer refrescar totalmente su memoria.
Su madre la devolvió a la realidad.
— Pero hija, ¿quieres matarme? —exclamó apretujando a su hija entre sus brazos.
— Lo siento mamá, yo...
— Ya te reñiré luego, ahora estate un rato tranquila.
Hizo caso y se fue a la toalla para tumbarse al sol.
Paula la acompañó y de paso habló seriamente con ella.
— Bea, supongo que es normal, no lo sé... —sabia que tenía que decirlo por mucho que la costara— No eres la misma de siempre. Estás como ida.
— ¿Eso crees? —preguntó con tranquilidad, Paula asintió— Puede ser, es que hay algo...
Beatriz no le había contado nada a nadie sobre lo que había causado todas esas pesadillas. Antes tan sólo era una suposición, sin embargo ahora estaba claro.
— Acabo de salvarte la vida, creo que merezco saber eso que me estás ocultando —sugirió con una fingida broma que ocultaba su curiosidad y preocupación.
— Te debo una muy grande por eso —se lo pensó un instante <<Qué demonios, es mi amiga>>— Está bien, tú lo has querido.
Así que sin más preámbulos se lo contó, todo lo que sabía que por cierto era bastante poco.
— Desde que me diste la pulsera sentí algo extraño, anhelo. No sé explicarlo.
— ¿Esa pulsera plateada es la causante de todo esto? —intervino Paula.
— Hay más. Estoy segura de que soñé con algo importante mientras estuve en coma. No recuerdo nada, sin embargo esa sensación me persigue desde que desperté y con la pulsera...
— Espera, dices que tuviste un sueño y sin embargo no lo recuerdas —la interrupió— Bea, a mi me pasa todas las mañanas —dijo con una amable sonrisa.
— Ya pero yo siempre me acuerdo y no es sólo eso —la imagen de esos ojos azules volvió a su mente— creo que antes he recordado una parte de ese sueño.
— Antes... ¿Cuándo te desmayaste? —preguntó Paula a lo que Beatriz respondió con un asentamiento de cabeza.
— He recordado unos ojos azules, realmente preciosos y yo —su respiración empezó a entrecortarse— yo sentía amor hacia esa mirada —confesó bajando la voz.
Paula, ante tal confesión, no supo que contestar. No quería pensar que su amiga se hubiera vuelto loca, sin embargo parecía tan segura de sus palabras que la creyó.
— Sé que parece que estoy loca pero es la verdad —insistió angustiada.
— Te creo Bea. Puede que sea yo la enferma mental pero te creo porque eres mi amiga —afirmó.
Esa respuesta pilló totalmente desprevenida a Beatriz, la cuál se alegró muchísimo. Para demostrar su agradecimiento abrazó a Paula y la prometió que haría lo que ella quisiera.
— Quiero ayudarte a que recuerdes, en cuanto volvamos a casa tenemos que pensar en algo.
— Tengo una idea —dijo señalando el agua.
— Ni se te ocurra —ordenó Paula.
— Es broma —exclamó entre risas, su buen humor había vuelto.
Como era el último día y después de lo ocurrido, Beatriz intentó por todos los medios complacer a su madre y a su amiga. Era lo menos que podía hacer para quitarlas el susto del cuerpo.
Vuelta a casa, tras el largo viaje no dudaron en acostarse, más aún cuando era ya de noche.
A Beatriz y a Paula las esperaba un largo día de investigación.
— Entonces todo lo que tenemos es una pulsera y el recuerdo de unos ojos azules —repasó Paula desanimada.
— Exacto pero no pongas esa cara por que la pulsera dice más de lo que quieres ver —dijo enseñando la pulsera.
— Una C y un ¿Bambi?
"Bambi" esa palabra provocó un terremoto en la mente de Beatriz quien no pudo reprimir un grito de dolor.
Otro recuerdo acababa de invadirla.

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Un Sueño Vivido. II © (TERMINADA)
FanfictionSecuela de "Una vida soñada". Ahora que ella ha vuelto a la realidad, descubre que debe seguir sus sueños, literalmente, pero será golpeada por la realidad, lo que la hace ver que las cosas no caen del cielo, si no que todo se consigue con esfuerzo...