C'est la vie.

729 54 68
                                    

Allí se encontraban todos reunidos, familia y amigos de ambos, de cada uno, estaban muy unidos por lo que era una única familia y sus amigos eran de los dos a la vez. Todos ellos permanecían atentos a las palabras del cura, hasta que cedió el turno a Chris. Los nervios podían con él, era el día que jamás iba a olvidar, uno de pocos, de esos días que se recuerdan para siempre. Pero todos esperaban su discurso, y tenía que hablar, quería hacerlo y estaba preparado. Llegó el momento.

Con el papel en mano se dispuso a leer pero los recuerdos invadieron su mente.

RECUERDO

La espera se hizo de más de larga, y justo cuando la vió llegar recordó que no había encendido las velas; como tenía que esconderse en el jardín aprovechó con todo el silencio que pudo a encender unas pocas de éstas. Así que eso hizo, con ayuda del mechero encendió la llama en algunas velas y aguardó a Beatriz en el jardín, cerca del borde de la piscina. Entonces la escuchó pegar un grito y supuso que acababa de entrar y ver la casa repleta de globos, con todo ello no pudo si no esbozar la mejor de sus sonrisas. Sus ojos azules brillaban por la emoción del inminente momento y resaltaban aún más gracias a la camiseta azulada que llevaba puesta.

Chris se tensó en cuanto sus ojos vieron cómo la puerta del jardín se abría y de ella escaparon unos cuantos globos que, al despejarse, dejaron ver la figura de una Beatriz titubeante. La cara de ésta consistía en una mezcla de sorpresa, curiosidad, pasmo y alegría o, dicho de otro modo, su cara parecía un poema. En cambio, el rostro de Chris expresaba máxima felicidad, la cual se apreciaba por el resplandor de su blanca sonrisa y sus ojos iluminados por el amor que sentía con tan sólo verla, aunque adoptó una postura de nerviosismo creciente a medida que la joven se acercaba a él.

El silencio, agradable en este caso, seguía presente al tiempo que la distancia entre ambos se estrechaba. A sus primeros pasos, Beatriz fijó sus ojos en el suelo donde los pétalos de rosa dibujaban un bonito camino rojizo hasta el actor. Aquella fue la escena más romántica en la que jamás se encontró la chica incluso teniendo en cuenta otros aniversarios y días no especiales en los que Chris fue muy romántico con ella.
Justo en el instante en que ella se encontraba a punto de pronunciar palabra, Chris se hincó de rodillas ante Beatriz.

> Feliz segundo besiversario, amor -la sonrió y tomó su mano- Llevamos "poco" tiempo juntos, poco para lo que me hubiera gustado estar contigo, haberte conocido antes. Sin embargo aquí te tengo y ya soy feliz. Tú eres la chica de mis sueños, literalmente... Como sé que lo soy yo para ti, y... Quiero pasar el resto de mi existencia a tu lado, cada día, cada tarde, cada noche; amándote siempre. Es por eso que ahora te pregunto... Beatriz, ¿quieres casarte conmigo?

FIN RECUERDO

- Recuerdo cada segundo de ese día en que te pedí matrimonio. Cuando aceptaste me hiciste el hombre más feliz del universo... En realidad ya lo era estando contigo... -su voz se empezó a quebrar debido a la emoción- y no...

Soltó un llanto y tapó su cara, más imágenes llegaban a su cabeza.

RECUERDO II

- ¡Vivan las Vegas! -canturreó Beatriz medio bailando sentada en el asiento del copiloto.

Ambos estaban henchidos, iban a casarse esa misma noche, ya puestos a hacer locuras qué menos que contraer matrimonio en la mítica Las Vegas. Además, les pudo la emoción del momento, cuando ella aceptó la petición de casamiento se desató casi tanta locura como alegría.

- Fíjate dónde es la próxima gasolinera -pidió Chris amable, ella asintió.

- Allí veo una señal -exclamó kilómetros más adelante- está a 10 km.

Un Sueño Vivido. II © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora