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Otro día comenzaba y por consecuente, el segundo día de escuela. Ambos chicos se encontraban preparandose en sus propias habitaciones mientras que su madre preparaba algo de desayunar para la familia entera.

— ¡Chicos, ya bajen! — Gritó la mujer desde el comedor de la casa mientras ponía los platos.

Poco tiempo despues de escuchar la voz de su madre los chicos bajaron rapidamente a encontrarse con ella.

— Ya estoy aquí. — Informó el más pequeño dd la casa al sentarse en una de las sillas del comedor.

— ¡Yo también! — Llegó el mayor de los hermanos a sentarse a un lado del chico de cabello rosa.

— Buenos días, mis hermosos bebés. — Contestó la señora acercandose a ellos para después dejar un pequeño beso en la frente de cada uno. — ¿Cómo amanecieron?

— Bien, mami. — Contestó el menor de las personas presentes.

— Tambien amanecí bien. — Concordó el mayor de los hermanos recibiendo gustoso el beso de su mamá. — ¿Y tú?

— Igual. — Respondió la mujer con una sonrisa mientras se dirigía a sentarse. — Su padre ya se tardó.

— ¡Ya estoy aqui! — Informó el señor Kim llegando a sentarse a un lado de su esposa.

— ¿Podemos comer ahora? — Preguntó el Kim más pequeño mientras agarraba sus cubiertos.

— Sí.

El desayuno pasó entre intercambio de  anecdotas divertidas de la familia, para que al terminar comenzaran a orhanizarse para irse a trabajar y a la escuela, le tocaba a SooHan llevar a los chicos a la escuela.

— ¡Ya nos vamos! — Gritó TaeHyung en la entrada de la casa poniéndose sus zapatos.

— ¡Nos vamos! — Replicó el más pequeño despidiendose con la mano de su madre.

— Nos vemos al rato. — Dijo el mayor mientras se despedía de su esposa.

Las tres personas que se despidieron salieron al auto del mayor para despues subirse al mismo.

Poco tiempo despues de estar arriba del vehículo SooHan lo encendió y lo pusó en marcha.

— No me contaron cómo les fue ayer. — Pronunció el conductor con la vista pegada al camino.

— No pasó nada interesante. — Respondió su hijo biologico restandole importancia.

— Es cierto... — Concordó el menor. — Solo conocí a mis profesores, hice amigos, me llevaron a conocer la escuela y me dieron los materiales que ocupariamos en las clases.

— ¿Hiciste muchos amigos? — Preguntó el señor con notable interés.

— No, realmente... — Contestó viendo por la ventana. — Solo hice tres.

— ¡Está muy bien! — Devolvió con entusiasmo SooHan. — Menos mal que hiciste tres.

— Bueno, sí... Parecen buenas personas. — Emitió el más pequeño con una sonrisa.

— Y... ¿Ya te gusta alguien? — Preguntó el mayor con una sonrisa coqueta en la cara.

JiMin volteo su mirada inmediatamente hacia su hermano con un poco de miedo antes de contestar.

— N-no, realmente. — Contestó con el nerviosismo invadiendolo.

— ¿En serio? — Insistió el mayor viendo al pequeño por el retrovisor. — Creí que alguien podría llamarte la atención al entrar.

 DON'T PROTECT ME. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora