Capítulo II

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El resto de la cena de bienvenida fue extraño para Dante, sintió como algunas de las miradas de su mesa se dirigían explícitamente a él, no le dio vital importancia, una vez se le indico a las casas que se dirigieran a sus salas comunes, el chico siguió al grupo de slytherin en silencio, cuando llegaron al muro que bloqueaba la entrada pudo escuchar como uno de los prefectos decía:

-Sangre pura.

Para luego ver como el muro se movía como si fuera una puerta, para permitir a los estudiantes pasar a su sala común, Dante no le dio mucha importancia a esta, pero lo que si le llamo la atención fue el gran ventanal que permitía ver el fondo del lago en castillo, mientras veía por este a un grupo de peces ser espantados por el tentáculo de un gran pulpo, uno de los prefectos le toco el hombro, para llamar su atención y le dijo:

-Tu habitación esta por aquí, encontraras que tu baúl ya se encuentra allí.

-Gracias –Dante siguió al prefecto hasta la puerta de una habitación con una placa de oro que decía "quinto año, chicos", cuando paso por esta y el prefecto que lo acompañaba se fue, vio un cuatro no muy grande con seis camas colocadas alrededor de una estufa central, cada una con un armazón con cortinas de color verde esmeralda para más privacidad, luego vio a sus cinco compañeros de cuarto –hola.

-Así que, un chico nuevo –uno de los chicos se acercó a Dante y le tendió la mano –un placer soy Philip Clark –el chico tenía el cabello castaño, recortado al estilo militar, era alto, algo fornido a la par de delgado, sus ojos cafés desprendían cierta aura de intensidad y la piel era de un tono blanco, en su uniforme tenia abrochada la insignia de prefecto.

-Dante Blake –el chico estrecho la mano de Philip, se sorprendió de lo firme y energético del apretón.

-Espero que podamos trabajar juntos en este año educativo.

- ¿Gracias? –dijo Dante confundido, mientras Philip seguía estrechando su mano.

-Por cierto, esos objetos muggles dudo que estén dentro del código de vestimenta –dijo Philip miraba los auriculares de Dante.

- ¿Código?

-Dale tregua Philip, es su primer día –dijo otro de los estudiantes que se acercó y deshizo el apretón entre ambos chicos –no te preocupes por él, es el señor correcto, soy Alexander Preston, llámame Xander.

- ¿Por qué no Alex? –pregunto Dante.

-Es muy cliché –dijo Xander, el cual tenía el cabello rubio peinado para atrás, los ojos verdes y la piel algo morena –ellos son Howard, Claude y Leo –señalo al resto de chicos.

-Hola a todos.

-Que tal –dijo el chico llamado Howard, el cual tenía la piel blanca, los ojos oscuros y el cabello negro.

-Tu cama es esa de allá –dijo el chico de nombre Claude, su cabello castaño estaba cortado desigual y de un lado estaba atado en una pequeña trenza, sus ojos verdes reflejaban un brillo pícaro como su estuviera a punto de presenciar una broma y su piel perfectamente bronceada resaltaba su sonrisa de perfectos dientes blancos.

-Gracias –Dante se acercó a la cama que le habían señalado, que en la cual estaba su baúl de viaje.

-Entonces Dante ¿Qué opinas de la escuela? –pregunto Leo, desde su cama, su cabello rubio, tez pálida y profundos ojos azules le hacía parecer un estereotipo de príncipe de brillante armadura, pero cuando la mirada de Dante y la del chico se cruzaron, pudo sentir que esa tranquila mirada ocultaba algo más.

-Solo he estado un día, así que no puedo decir mucho –dijo Dante con tranquilidad mientras empezaba a desempacar sus cosas –la comida es deliciosa.

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora