El mago anillero

Capítulo XXIV

El resto de la semana trascurrió con normalidad, los cuatro amigos mantuvieron un perfil bajo mientras los aurores se mantuvieron en el castillo, durante todo ese tiempo, Dante estuvo probando las capacidades del reloj en los ratos libres que tenía, mientras que en las noches recorría la escuela en su forma astral, los aurores hacían turno de guardias para patrullar el lugar y rotaban las rondas cada dos horas, si el espíritu atacaba de noche tendría dificultades para escabullirse, pero no tanto como las tendría si atacara de día.

-La mayoría de los aurores son constantes con sus rutas de patrullaje –dijo Dante poniendo al día a sus amigos, mientras estaban sentados en uno de los patios de la escuela.

-Esas son buenas noticias –dijo Scarlett –puedes memorizar sus rutas y poder escabullirte con facilidad.

-Dije "la mayoría" hay uno de ellos que no cumple con esa norma –dijo Dante.

- ¿Quién? –pregunto Howard.

-Adivinen.

-Harry Potter –dijo Ivy.

-Exacto, él hace su propia ruta, revisa el séptimo piso cerca de la sala de menesteres, por lo que la conoce, pero por alguna razón no entra, también recorre los pasadizos ocultos, las inmediaciones del bosque prohibido, las entradas a las casas, las cocinas y por alguna razón que no entiendo entra en el baño de las chicas del segundo piso y habla con mirtle la llorona y le pregunta acerca de si alguien "había entrado".

-Al parecer conoce muchas cosas del castillo –dijo Ivy.

-Lo cual lo hace un riesgo latente –dijo Scarlett –hay que tener mucho cuidado.

-Asi que... Harry Potter –dijo Dante.

-Alguien me llamo.

Los cuatro amigos se sobresaltaron al escuchar la voz de un hombre mayor cuando voltearon al origen de la voz vieron a jefe de los aurores y el mago de la actualidad más famoso del mundo, Harry Potter se acercaba para hablarles.

- ¿Hablaban de mí? –pregunto Harry Potter con una media sonrisa en el rostro, los años habían hecho lo suyo en el rostro del mago, pero aún era reconocible gracias a esos lentes redondos y su baja estatura.

-Solo decíamos lo sorprendente que es ver al jefe de los aurores en la escuela –dijo Scarlett con una sonrisa en el rostro –es un placer conocerlo.

-Les aseguro que no soy la gran cosa –dijo Harry –yo también fui un estudiante de esta escuela y le tengo mucho aprecio, así que quiero hacer lo que está en mi poder para mantener este lugar y a los estudiantes a salvo.

-Es un alivio escuchar eso –dijo Dante mirando al mago –mmm... se le ofrece algo.

-De hecho, estaba buscando a Dante Blake –Harry recorrió el grupo con la mirada y se detuvo en Dante –eres tú ¿verdad?

-Así es –Dante uso toda su fuerza de voluntad para mantener una expresión neutra –¿necesita algo?

-Me gustaría hablar contigo a solas, me acompañas en un pequeño paseo, hoy el clima es agradable a pesar de estar cerca el invierno –Harry hizo un gesto gentil para indicar que lo siguieran.

-Claro, ¿Por qué no? –Dante se levantó y empezó a seguir a Harry unos pasos por detrás, antes de alcanzarlo miro a sus amigos, Howard e Ivy estaban tensos, Scarlett miraba con frialdad al mago adulto.

-Se ve que tú y tus amigos son muy unidos –dijo Harry una vez que Dante lo alcanzo y empezaron a caminar a la par –en mis épocas de estudiante yo también tenía un grupo así.

- ¿Para qué necesita hablar conmigo señor? –pregunto Dante.

-Veo que eres de los que van al punto, está bien por mí, yo también solía ser impaciente, eres un estudiante trasferido ¿verdad?

-Sí señor.

- ¿Alguna vez en Castelobruxo ha sucedido algo como lo que paso hace unos días?

- ¿Se refiere a la explosión en mitad de la noche? No, nunca paso algo así.

-Eso me temía...

- ¿Dónde estabas la noche de la explosión?

-Durmiendo como todos, cuando sonó la explosión me desperté, pero estaba muy cansado así que no le di mucha importancia, suelo ser de sueño pesado.

-Supongo que tus compañeros confirmaran tu historia.

-Eso espero... ¿usted sospecha de mí?

-La verdad es que no –Harry miro a Dante con una sonrisa –ya he hablado con tus compañeros y dijeron lo mismo que tú, tan solo quería hablar contigo.

- ¿Por qué?

- ¿Sabías que tu profesor de defensa contra las artes oscuras es mi sobrino?

- ¿En serio? –Dante fingió sorpresa.

-Así es, hable con él en estos días y me comento que había un prodigio en la casa de Slytherin este año, le pregunte y me conto sobre tu combate contra la señorita Da Firenze...

- "Maldito boca floja" –pensó Dante.

-Me comento que parecías tener talento para los duelos.

-Creo que se confundió, la verdad no soy tan bueno.

-Sin embargo, puedes tener actitudes para la defensa contra las artes oscuras, estás en tu quinto años ¿Verdad? Dentro de poco presentaras los TIMOS, ¿has pensado que hacer después de graduarte?

Harry y Dante se detuvieron, no se habían percatado que caminaron hasta cerca de la orilla del lago del castillo, el chico miro al mago tratando de mantener una expresión neutra en el rostro, respiro con tranquilidad y dijo:

-He pensado continuar con el negocio de mis padres, crianza e investigación de criaturas mágicas.

-Es una buena opción, pero... ¿no has pensado en ser auror?

- "Ni muerto" –pensó Dante, pero se contuvo –la verdad es que no, no soy alguien que se desempeñe bien en situaciones peligrosas más allá de un cerbero que no ha comido en un par de días.

-Deberías pensártelo, en este mundo hay muchos peligros, se necesita gente capacitada para defenderlo.

- "Mas bien para mantener el estatus quo intacto"

-Puede que, con el entrenamiento correcto, estés capacitado para ello.

- "¿Y convertirme en un perro de ataque? ¿Estas bromeando?".

- ¿Qué me dices?

-Agradezco la oferta, pero no estoy interesado.

-Es una lástima –Harry hizo una cara de pena, para luego volver a sonreír –por lo menos lo intente, si alguna vez cambias de opinión, manda una lechuza al ministerio... 

-"Esa carta estará cubierta de ántrax"

-Bueno, creo que ya te molesté lo suficiente, si me disculpas me retiro.

Dante vio como Harry Potter se alejaba del lago con dirección a la casa de guardabosque Hagrid, una vez se encontró solo el chico miro al lago y para sí mismo dijo:

-¿Qué estas ocultando?