Narración general
El comienzo de un nuevo día siempre eran de las cosas más aburridas, la rutina era algo ya muy presente en la vida de todos los seres humanos.
Despertar y levantarse día con día, para trabajar o asistir a alguna escuela del nivel que sea, completar una jornada.
Regresar a casa para alimentarte y cumplir con más obligaciones, ¿descansar? ni idea de lo que es eso. Aunque habían personas que podían pasar todo el día acostados en sus camas, su cuerpo no se sentía mejor, la monotonía de la rutina los tenía cansados mentalmente.
Al llegar la noche, duermes y sabes que la misma aburrida y conocida rutina vuelve a comenzar.
La alarma de su despertador sonó avisando el comienzo de un nuevo día, al abrir sus ojos con pereza podía ver su oscura habitación, ni siquiera había amanecido pero era momento de salir de su adorada cama.
Apagó el despertador y con pasos lentos fue al baño, dónde cepillo sus dientes, peinó su cabello en su típica coleta y procedió al resto.
Shikamaru Nara, un jóven de dieciocho años, a pocos meses de los diecinueve partía para otro aburrido y estresante día en la facultad.
Al llegar a la parada del transporte público vió que ahí estaba una castaña muy familiar.
Karito Sarutobi, su mejor amiga desde prácticamente la guardería, y cada una de sus facetas escolares
También de dieciocho años y cerca de los diecinueve, la muchacha tenía la misma cara de sueño que Shikamaru, quizás ese fue un factor que les hizo ser tan buenos amigos.
Ambos eran muy parecidos tal vez no físicamente, pero sí en sus actitudes y formas de ser.
Karito al igual que Shikamaru era muy floja, pasaba sus clases con lo justo, pero jamás se esforzaba de más ya que al igual que Shikamaru ella era muy inteligente, teniendo un IQ casi igual al de él, fanática de jugar shogi y cómo Shikamaru de mirar las nubes o simplemente dormir bajo la sombra de algún árbol.
De pelo castaño y ojos índigo, de complexión delgada y una mirada de desinterés total.
No era de extrañar porqué se había vuelto la mejor amiga de Shikamaru, además tenían una pequeña rivalidad en el shogi la cuál se inclinaba a favor de Karito, pues de los cuatrocientos juegos que han tenido a lo largo de su tiempo de conocerse. Ciento noventa y nueve los ha ganado el Nara, mientras que los otros doscientos uno los ha ganado la Sarutobi.
Partidas de aveces horas, que se han postergado por días son sus mejores maneras de pasar el tiempo, además de tomar la siesta debajo de un árbol.
—¿Qué tal?— saludó Shikamaru para luego dar un bostezo.
Dicha acción contagió a Karito quién también dió uno.
—Tal vez sea idea mía, pero cada vez es más difícil levantarse de esa cama— respondió ella.
—Concuerdo contigo— dijo Shikamaru antes de ver que llegaba el transporte escolar.
..........
Al otro lado de la ciudad el día también comenzaba para cierta rubia.
Al despertar lo primero que hizo fue apagar su alarma, colocarse sus pantuflas y preparar la ducha para darse un buen baño.
Cómo ya era costumbre en ella, fue a la habitación de su hermano Kankuro, por algunos de sus maquillajes que él le robaba mientras ella dormía.
Al principio era cuestión de gritos, pero ahora todo estaba bien, sólo iba a la habitación y tomaba sus cosas.
Temari no entendía el afán de su hermano por maquillarse, según él lo ayudaba a verse más "darks", ella no sabía ni que diablos quería decir eso.
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Presión social [ShikaTema y más]
Fanfiction¿Un mundo de fantasía? ¿La cruda realidad? Las historias de ficción están todas llenas de drama, comedia, acción o romance, pintan de colores nuestras vidas y nuestra imaginación... la realidad por su parte es siempre de ese asqueroso color gris...