𝒄 𝒊 𝒆 𝒏 𝒕 𝒐 𝒗 𝒆 𝒊 𝒏 𝒕 𝒊 𝒐 𝒄 𝒉 𝒐

460 53 17
                                    

Despierto en otro cuarto de hospital, la tristeza se siente en el aire. Trato de moverme pero no puedo, ¿Qué ha pasado? Solo recuerdo haber jugado fútbol con los chicos.

Me trato de mover otra vez pero solo he logrado un diminuto movimiento de mi brazo moviendo los cables conectados a mi, al parecer hice bastante ruido ya que Rose viene corriendo hacia mi con bastante preocupación, mis hijos están durmiendo acurrucados.

- ¿Cómo te sientes? - me pregunta ya estando a mi lado, trato de hablar pero me raspa la garganta. - No te fuerces, toma. - dice acercándome un vaso de agua con popote, tomo de esta y trato de volver a hablar, no puedo. - Estás más que cansado, no te fuerces. Iré por el doctor. - sale de la habitación y miro a mis hijos dormir juntos, ¿cómo llegué aquí?

🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃

Tomo el pequeño pizarrón en mis manos y lo dejo en mis piernas, tomo el plumón y le escribo a Rose.

¿Qué pasó?

Ella me mira con los ojos llorosos y se deja caer en la camilla, toma mis manos y habla.

- Cuando fuimos a caminar, empezaste a trotar y de un momento a otro caíste al suelo, de ahí grité y me ayudaron unos trabajadores a subirte al carro, le mandé mensaje a los chicos que  cuidaran a los niños por mientras.

Recuerdo haber jugado fútbol.

Le escribo y ella me mira apenada negando con la cabeza.

- No jugaste.

¿Ni caímos al agua?

Vuelve a negar con su cabeza, ¿entonces todo eso fue un sueño? Jamás corrí ni caí en el agua junto con Rose, apenas hice poco esfuerzo y caí.

Gracias por estar conmigo.

Le escribo, muero de ganas por decírselo yo pero estoy más que delicado y no debo de forzar mis vías respiratorias y este respirador es más grande que el otro que tenía porque lo que me impide hablar.

Al ver mi mensaje ella vuelve a soltar más lágrimas, me abraza negando con su cabeza.

- No agradezcas, estoy aquí porque te amo y prometí estar contigo todo el tiempo, en las buenas y en las malas.

La separo un poco de mi cuerpo y me quito el respirador para poder hablarle.

- Te amo, Rose Jenner.

- Ya soy Lee Rose.

- Da igual, te amo. - ella ríe y vuelve a colocarme el respirador.

- Yo también te amo. - me muevo un poco para que quedara espacio y ella se pudiera acostar conmigo.

Me duele todo el cuerpo, me duele respirar aún con esta cosa en mi cuerpo, me duele vivir.

He tenido una gran vida, no tengo nada de que quejarme, logré formar una carrera haciendo lo que más me gusta y logré formar una grandiosa familia, un hijo muy tímido y educado, sin duda mi pequeña mujer logró educarlos bien a pesar de hacerlo sola, también tengo otra hija con carácter igual de fuerte que el de su mamá, pero también muy mimada; también tengo una gran esposa que no merece haber pasado por lo que pasó, ni merece estar pasando todo este sufrimiento, no merece estar  cuidando de un imbécil a punto de morir, tiene que vivir más, he sido muy egoísta al atenerme a su cuidado, la gente debe de ver lo hermosa que es, que cuando salga en la calle todos los hombres la miren y digan que hermosa mujer, tan valiente.

Sin duda, voy a morir con el amor de mi vida a mi lado.

- Estás a nada de morir. - me dice el doctor después de que Rose saliera del cuarto junto con los niños. - No debiste de hacer esfuerzo físico. - sonrío con los ojos cerrados pensando en todo lo que he vivido y pensando en que estoy listo para dejar esta vida. - Puedes morir cualquier diga de estos, incluso hoy.

- No le diga nada Rose. -le pido al doctor, el me mira confuso pero igual acepta mi petición. No quiero que cuando esté a segundos de morirme mirar la cara de preocupación de Rose, no quiero que los últimos segundos de mi vida los vivamos con la sensación de mi muerte.

- Descansa, Rose. - le digo después de quitarme el respirador.

- Tú también descansa. -me dice acurrucada a mi lado.

- Te amo, no lo olvides nunca. - le pido mirando hacia la ventana que mostraba el cielo oscuro de la ciudad.

- Jamás lo olvidaré.

- Perdón por... - me pongo de nuevo el respirador y lo uso unos segundos para después seguir hablando. -... todo lo que te hice pasar, no lo merecías.

- Lee Taeyong, ya te he perdonado desde hace tiempo, no vuelvas a disculparte. - me pide frustrada, sonrío por su puchero y acaricio su mejilla.

- Está bien. Dile a los niños que también los amo mucho. -me mira confusa pero asiente, por fin cierra sus ojos y yo hago lo mismo.

Adiós Rose Jenner.

24 de noviembre

S t i l l ♡ l o v i n g ♡ m e ♡ p l e a s e 《 Lee Taeyong 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora