Terremoto Turquesa ~ (Pimp Flaco y tú)

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Narra ______:

Estábamos Dani y yo en mi casa, tranquilos, cómodos el uno con el otro, tumbados en el sofá y de fondo una película, como en los viejos tiempos.

Miraba sus ojos y los veía mejor que nunca, volvieron a tener ese brillo que tenían antes, eso significaba que estaba feliz y eso a mí me hacía más feliz.

Yo estaba mejor que nunca, con la persona que más amo en éste mundo y más unidos que nunca, parecía un sueño hecho realidad.

De repente sonó la puerta, Dani estaba durmiendo así que lentamente fui levantándome de encima de él para poder abrir sin despertarle.

Cuando me acerqué a la puerta, decidí mirar antes a la mirilla, era Kinder:

- ______: hola Teo -dije algo extrañada, no entendía qué hacía aquí
- Kinder: hola!! Cómo estás? Venía a deciros que si os veníais de fiesta ésta noche -dijo con una gran sonrisa
- ______: de fiesta? Y eso?
- Kinder: nos lo merecemos ______, todos nos merecemos una fiestilla después de todo lo que hemos pasado... Luego escribes por el grupo si vais a ir o no, vale? Dile a mi hermano que saludos cuando se despierte -dije riendo- le he mandado algunos mensajes y no le llegaban, siempre que duerme apaga el móvil así que he supuesto que estaría durmiendo -asentí riendo- este Dani -dijo negando con la cabeza mientras reía- bueno, pues luego nos decís algo, chao! -nos despedimos y cerré la puerta.

Al principio no estaba tan segura, pero se notaba que Teo había cambiado, eso me alegraba mucho, él en el fondo es muy buena persona lo que pasa es que no sabe controlar del todo sus emociones, todo este tiempo parece que ha trabajado en ello.

- ______: Dani amor levanta, es casi la hora de comer -le comenté moviéndole de un lado a otro para que se despertara. El gruñó unas cuantas veces, negó con la cabeza y después de dar miles de vueltas por el sofá, se sentó, se me quedó mirando fijo y empezó a besarme muy lento, metiendo la lengua por todos lados.

Me subí encima de él y puse las piernas entre sus caderas, puso sus manos en mis caderas y me atrajo más a él, yo posé mis manos en su curso y lo acerqué más a mí.

Después de estar un rato así, me separé de él por falta de aire y empecé a desabrocharle el pantalón, me miró con caras traviesas y asintió.

Le bajé los pantalones y calzoncillos a la vez, me arrodillé en frente de él, y empecé a chuparle el pene. Dani gemía y gritaba a veces mi nombre, eso me excitaba mucho, al final se corrió en mi boca y me lo tragué, puso cara de asco y rió.

Me tumbó en el sofá y eso me dio a entender que ahora me tocaba a mí. Me quitó los pantalones y la camiseta, me dejó en sujetador y tanga. Empezó a darme besos por todo el cuello, dejando alguna lamida y chupetón. Bajaba lentamente los besos:

- _______: no me hagas sufrir más Dani -me miró con una cara pícara y siguió con lo suyo.

Bajó el tanga lentamente, estaba sufriendo mucho, él lo hacía aposta y a mí me molestaba pero a la vez me excitaba.

Empezó a lamer y succionar mi clítoris, tenía una técnica increíble, jamás me lo han echo tan bien como él lo hacía. Mientras lamía metió dos dedos, era una sensación mágica, jamás me lo habían echo tan bien. Acabé viniendome, me puse rápidamente encima de él y, sin condón ni nada, la coloqué entre mi vagina y la metí de una en mí.

Empecé a saltar y saltar encima de él, y antes de venirnos, me puse en cuatro y mientras me azotaba alguna que otra vez, empezó a darme embestidas muy fuertes y otras muy lentas, hasta que acabamos viniendonos.

Acabamos nuevamente tirados en el sofá.