Yuqi 6 💚

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El sexto departamento del día abría su puerta para una desesperada Yuqi, hacía dos semanas que había estado buscando un lugar en dónde vivir y no había tenido suerte.

Los lugares eran desagradables o demasiado pequeños para el precio, y ni hablar de los vecinos de piso en la mayoría de estos pues eran despreciables, ese sería el último departamento del día y más le valía tomarlo o tendría que pedirle un espacio a su mejor amiga y eso no estaba en sus planes.

El frío invadió su cuerpo al entrar después del amable dueño del lugar, se abrazó a sí misma mientras intentaba tapar el estornudo que se le había escapado, se disculpó mientras escuchaba una risa muy baja aunque no estaba segura de que fuera del hombre.

Le sorprendió que este ni siquiera se inmutara por el clima ahí dentro pero supuso que era normal siendo que pasaba a ver constantemente el estado del departamento.

Siguió caminando mientras se ponía mejor la chaqueta y al fin comenzó a ver todo el lugar, en verdad lo que más le gustaba era verlo amueblado pues muy pocos le ofrecían algo así, además de que la decoración era perfecta. 

Siguió observando detenidamente todo el sitio y lo que llamó su atención fue la recamara principal, podía ver una cama completamente nueva en medio de ese perfecto lugar, parecía que ella misma lo había acomodado todo a su gusto.

Después de un rato ahí enamorándose más del sitio por fin llegó la hora de negociar, estaba claro que ese sitio iba a costar más de lo que estaba dispuesta a pagar pero tal vez se daría la oportunidad sólo por vivir ahí.

Estaba esperando una cantidad grande salir de la boca del hombre pero para su sorpresa la cantidad fue incluso menor a la que era su base, preguntó una vez más pensando que había escuchado mal pero el número se repitió y ella le dio la mano al sujeto cerrando el trato al instante. 

Ese mismo día regresó para pagar los dos primeros meses antes de que el dueño se arrepintiera, al día siguiente llegó con algunas cajas con sus pertenencias pues el anterior departamento también estaba amueblado y sólo se llevó consigo lo que le pertenecía.

Apenas terminó de meter las cajas corrió hacia esa habitación para tirarse en esa cama que efectivamente era demasiado cómoda, se quedó ahí por bastante tiempo hasta que comenzó a sentir ese frío insoportable de nuevo. 

Se incorporó para quedarse sentada en la orilla y se puso la capucha de su sudadera, pensó que tal vez el departamento contaba con aire acondicionado pero al buscar en la habitación no encontró la enorme caja blanca.

Se giró hacia la puerta en cuanto escuchó ruido fuera de la habitación, parecía que alguien había entrado y pensó que tal vez había sido el dueño pensando que aún no se había mudado.

Se apresuró a salir y caminó hasta el recibidor, se encontró completamente sola en el lugar y se le hizo extraño pues los ruidos venían desde ese lugar, todo estaba tal como lo había dejado y pensó que tal vez los sonidos del piso de arriba se escuchaban fuerte en su piso.

Sólo esperó que esas personas no fueran muy ruidosas, comenzó a sacar las cosas de las cajas ya que estaba ahí aunque el frío no se le iba del cuerpo, sabía que era una ridiculez andar tan cubierta dentro de casa pero era completamente necesario.

Estaba sacando los vasos de vidrio con mucho cuidado hasta que se giró, uno de los vasos en sus manos se estrelló contra el piso y ella se agachó casi de inmediato sin querer levantar la vista.

Jaló el bote de basura y lentamente comenzó a tirar ahí cada trozo de cristal, sus manos estaban temblorosas y sus movimientos eran algo torpes aunque no se estaba cortando.

One Shots-(G)I-DLE y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora