Capítulo 4

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El fantasma en pijama

     El shock por la pérdida de Ojoloco se cernió sobre la casa durantelos días que siguieron. La tensión se notaba en el aire, y los adultos intentaban no hablar demasiado de ello delante de los que no eran miembros de la orden.

      Un par de días después de la misión, los chicos del trío de oro me llamó para hablar de las tácticas que utilizaríamos en un futuro.

     -Bueno, no puedes hacer nada con respecto a los -Ron formó con la bocasilenciosamente la palabra Horrocruxes- hasta que tengas diecisiete. Todavía tienes el Rastro sobre ti. Y podemos hacer planes aquí tan bien como encualquier otro sitio, ¿verdad? ¿O -dejó caer su voz a un susurro-, ya sabesdonde está Quien-tu-ya-sabes? 

     -No -admitió Harry. 

     -Creo que Hermione ha estado haciendo algo de investigación -dijo Ron-.Dice que se la está guardando para cuando salgamos de aquí. 

     Estábamos sentados ante la mesa del desayuno. El señor Weasley y Bill acababan de marcharse a trabajar. Fleur había subido a darse un baño. 

     -El Rastro se romperá el treinta y uno -dijo Harry-. Eso significa que solotenemos que quedarnos aquí cuatro días. Después puedo... 

     -Cinco días -le corrigió Ron firmemente-. Tenemos que quedarnos para  la boda. Ellas nos matarán si nos la perdemos. 

     Con "ellas" quería decir Fleur y la señora Weasley. 

     -Es un día más -dijo Ron, cuando Harry pareció a punto de amotinarse. 

     -¿No comprenden lo importante...? 

     -Por supuesto que no -dije yo llamando la atención de los otros dos-. No tienen ni idea de lo que está pasando, es normal que no entiendan la gravedad de la situación. 

     -Y ahora que lo mencionas, quería hablar contigo de eso -habló Ron mirando hacia la puerta y al vestíbulo para comprobar que la señora Weasley no hubiera vuelto aún-. Mamá ha estado intentando sonsacarnos a Hermione y a mí. Preguntando que vamos a hacer. Lo intentará contigo pronto, así que prepárate. Papá y Lupin también preguntaron, pero cuando les dijimos que Dumbledore te había dicho que no se lo contaras a nadie excepto a nosotros, lo dejaron. Sin embargo Mamá no. Está decidida. 

     -¿No saben que tu lo sabes? -preguntó Harry en mi dirección.

     -Molly me ha atacado esta mañana, después de que su marido fallara -contesté después de tragarme la cucharada de cereales-. Le he dicho que no era de mi incumbencia y que me he borrado la memoria para no inmiscuirme. 

     -¿Se lo ha tragado? -preguntó Ron dudoso.

     -Yo sabía del plan porque estaba en Hogwarts -me encogí de hombros-. No hay razones para no creer que en realidad yo no tengo nada que ver con la misión. Ya se dará cuenta de que mentí una vez me marche.

     -Genial -le brillaron los ojos al pelirrojo.

     La predicción de Ron se convirtió en realidad horas después. Poco después del almuerzo, me fui al tendedero para plagar la ropa y despejar mi mente un rato cuando la señora Weasley separó a Harry de los demás pidiéndole ayuda para identificar un calcetín solitario que podía haber salido de su mochila.

     Una vez le tuvo arrinconado en el diminuto cuarto de la colada, donde la ventana abierta daba justamente a mi lado, empezó. 

     -Ron y Hermione parecen creer que vosotros tres vais a abandonar Hogwarts -empezó con un tono ligero y casual. 

Lilianne y las Reliquias de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora