En el corazón se pertenece [Kaylor]

Capítulo 52

Llegue a casa de Matt, un amigo, llorando, no recuerdo cómo hice para convencerlo o que le dije, o si simplemente me robé su auto, ignoré sus intentos de calmarme, de consolarme solo recuerdo subirme a su viejo auto y que pronto estaba  poniéndome en marcha.

Pude haberme ido antes, dejándote sóla, pero iba a regresar. No importaba que Matt me gritara que no estaba en condiciones. Yo iba a buscarte. Si te ibas a ir de la ciudad al menos debía despedirme y pedirte perdón por esa estúpida discusión.

Llamé por teléfono a Sel, como diez veces, pero no contestaba. Escribiendo esto me doy cuenta de lo irónico que suena. Conduje a alta velocidad mientras trataba de que alguna de las dos me contestara, y nada me pasó en el camino. Estúpida vida.

Después supe por Selena como lo pasaste esos momentos. Tu padre llegó antes de tiempo y te vió salir de casa, tiró de tus cosas y te gritó como de costumbre, que estabas loca, que no te irías, menos conmigo, el siempre asumió eso, porque sabía que me amabas y eso es lo que más lo ofendía.

Selena corrió, fue cuando me encontró afuera, llevaba algunas de tus pertenencias, pero faltaban más, sabes, me hizo sentir un ápice de alegría enterarme que estabas contando con llevarte nuestros recuerdos. Regalos, notas los tenías apilados y listos para llevártelos, te amo más por pensar en esas cosas antes que tus lujosas pertenencias.

Sel regresó por ti, estabas decidida, y no ibas a permitir que tú padre te amedrentara una vez más. Así que, hizo lo que yo quería hacer. Sacarte de ahí.

Dijo que estabas muy sorprendida de ver mi coche, y que a lo que ella respecta parecías triste de ver qué yo no estaba.

Yo también lo estaba.

Tu padre te golpeó, forcejeo contigo y tú caíste al suelo e intentó llevarte de vuelta. Sel dice que tu madre solo estaba en la puerta lloriqueando sin hacer nada. Supongo que ese es su lugar y su papel. Ver y no entrometerce.

Ardí de rabia cuando, me contó esto, pero nada se compara con lo que siguió después.

Apenas arrancaron tú le dijiste, que acelerará, sabías que tú padre podría seguirlas y así lo hizo. El no alcanzó a ver qué la que estaba tras el volante era Selena y no yo. Después, me ayudaría con eso para que no pudiera culparme.

Querías ir a la estación de autobuses, pero sabías que tú padre estaba tras de ti, y antes de llegar lo vieron por los espejos. Es increíble lo que ese señor estaba dispuesto a hacer. Le pediste a Sel que lo perdiera, pronto estaban dando vueltas por la ciudad, con tu padre siguiéndote los talones.

Selena tuvo la descencia de avisarme durante una breve parada, que el señor Swift estaba persiguiendolas, yo le grité porque me encontraba muy ansiosa y molesta, porque tenía rato tratando de comunicarme con alguna, pero tú no sabías donde estaba tu teléfono y ella conducía.

Le sugerí que saliera a la carretera, dijo que si, eso pensaba hacer ya que tú le habías dicho lo mismo,  entonces me dirigí hacia el lago, esperaba que una vez perdiéndolos ustedes, pudiera encontrarlas ahí. Y sabía que si habías sugerido aquello era imposible que no pasaras por el lago.

Pronto estaban en la carretera supongo que tú dirigías, porque estaban llendo hacia el lago y ella no sabía cómo llegar exactamente, el camino era largo, en la carretera creyeron haberlo perdido, no podían divisarlo. Así que una vez más tranquila le pediste el teléfono y me escribiste que me verías ahí. Momentos después llegaste hasta a mi.